El Mazda CX-7 deja de producirse

Fabricar el todo camino CX-7 ya no es rentable para Mazda, de modo que la marca japonesa ha decidido poner fin a su producción. No será sustituido por ningún nuevo modelo.


Mazda inició la comercialización del CX-7 en el año 2006, con un restyling en 2009, pero en Europa no ha tenido tanto éxito como en Rusia o Estados Unidos. Uno de los obstáculos para conseguir más ventas en el Viejo Continente fue que sólo se vendiera con un único motor de gasolina 2.3 DISI. Al final, Mazda accedió a incorporar el motor 2.2 CRTD como alternativa diésel a su gama; fue lanzado en 2009 sin que tuviera el esperado efecto positivo en los resultados del modelo.

La reciente llegada del CX-5, con motores más modernos que ya cuentan con la tecnología SkyACTIV de la marca para reducir los consumos, ha dado la puntilla al CX-7. Además, en los mercados en los que el CX-7 se vendía bien, Mazda comercializa ahora el CX-9 para los que necesiten más espacio, por lo que se ve doblemente canibalizado.

A pesar del cese de su producción, el Mazda CX-7 seguirá vendiéndose en los concesionarios hasta agotar el stock de unidades todavía existente. Los precios del 2.3 DISI arrancan en 41.250 euros, y los del 2.2 CRTD, en 32.200 €.

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