Mazda Skyactiv-X: un motor revolucionario

En ocasiones, surgen mecánicas innovadoras que van un paso por delante del resto en prestaciones y eficiencia. Y el motor Skyactiv-X de Mazda es el ejemplo más reciente.


No exageramos en absoluto si aseguramos que la última generación del compacto Mazda3 y del novedoso todocamino Mazda CX-30 pueden presumir de algo que no ofrecen ninguno de sus rivales: el revolucionario propulsor 2.0 Skyactiv-X de 180 CV de la firma japonesa.

Una mecánica única, revolucionaria y ultraeficiente, que se encuadra dentro de la estrategia «Zoom-Zoom sostenible 2030″ de Mazda, que busca reducir las emisiones y fomentar la sostenibilidad sin renunciar a las prestaciones. Con la relación de compresión más alta en un motor de gasolina existente actualmente en el mercado (16,3:1), se trata de un propulsor de gasolina atmosférico orientado a la eficiencia en un uso real y al placer de conducción, así como a ofrecer una gran suavidad de marcha.

Motor Skyactiv-X de Mazda

Traducido en datos, eso significa que el propulsor Skyactiv-X consigue combinar una potencia de 180 CV con consumos que rondan los 5,0 litros en el ciclo de homologación WLTP en ambos modelos.

De hecho, no exageramos si afirmamos que ambos modelos equipan el propulsor más innovador que hemos visto en los últimos años, al reunir tecnologías de vanguardia para incrementar la eficiencia y reducir las emisiones contaminantes.

En primer lugar se trata del primer motor del mundo en incorporar lo que la marca denomina «ignición por compresión controlada por chispa« o SPCCI por sus siglas en inglés -Spark Controlled Compression Ignition-. Dicho así, puede sonar a tecnología tremendamente compleja, aunque en realidad, su principio de funcionamiento guarda algunas similitudes con el de los motores diésel.

Básicamente consiste en incrementar la relación de compresión del motor cuando se circula a bajo y medio régimen, aplicando una presión y una temperatura determinadas a la mezcla de aire y gasolina, en cada cilindro, para situarla al borde de la ignición por sí misma.

Llegados a este punto, en el momento en el que el pistón está a punto de comprimir la mezcla en el resto del cilindro, un chispa generada en la bujía da el empujón definitivo para que toda la mezcla entre en ignición de forma controlada. La clave de esa eficiencia en condiciones reales es que utiliza una proporción de combustible entre 2 y 3 veces más pobre que en la de un motor convencional.

De esta forma, y en función del régimen al que se circule, el motor alterna entre encendido por compresión y por chispa, como lo haría un motor de gasolina convencional. Pero el gran mérito de Mazda es que ha logrado que este motor trabaje en modo SPCCI en un 80% del tiempo aproximadamente, es decir, que funciona en modo eficiente en prácticamente cualquier situación de conducción diaria normal.

Mazda CX-30 Skyactiv-X

Otro componente fundamental del motor Skyactiv-X es el compresor volumétrico, que a diferencia de otros motores, no está enfocado a maximizar las prestaciones, sino a que la mezcla tenga mayor proporción de aire. De esta forma, el sistema SPCCI permite quemar el combustible más rápidamente, a mayor presión y con exceso de aire, lo que se traduce en una mayor eficiencia o, lo que es lo mismo, un consumo menor.

Esta tecnología, junto con el sistema de hibridación ligera Mazda M Hybrid, son las grandes armas del Mazda CX-30 para registrar un consumo medio 5,9 L/100 km. Este último sistema, compuesto por una batería de 24V y un pequeño motor eléctrico que sirve como apoyo a la mecánica de gasolina le permite, además, conseguir la etiqueta ECO de la DGT.

Mazda CX-30 Skyactiv-X: eficiencia en formato SUV

Mazda CX-30 Skyactiv-X

Aunque acaba de aterrizar en el mercado, el Mazda CX-30 llega con la intención de competir de tú a tú contra los mejores SUV de su tamaño, como pueden ser los BMW X2, el Mercedes-Benz GLA, el Audi Q3.

Para ello este modelo, que con 4,39 metros de longitud se sitúa a mitad de camino entre el Mazda CX-3 y el CX-5 dentro de la gama del fabricante japonés, cuenta con argumentos ya clásicos en Mazda, como una estética muy atractiva, una magnífica calidad de acabado y un chasis con una excelente puesta a punto, que lo sitúa como uno de los referentes de la categoría desde el punto de vista dinámico.

Además, gracias a la tecnología Skyactiv-X consigue combinar una potencia de 180 CV con un brillante consumo medio de 5,9 L/100 km en el ciclo de homologación WLTP.

Mazda CX-30

El Mazda CX-30 Skyactiv-X está disponible con tracción delantera y caja de cambio manual de seis velocidades, o bien, con tracción total. En ambos casos, además, puede incorporar una transmisión automática de seis velocidades.

Una vez en el interior, el CX-30 es que es uno de esos coches se lo ponen fácil al conductor: con un salpicadero de calidad, con un diseño limpio en el que los principales mandos bien situados, una pantalla de 8,8 pulgadas para sistema multimedia Mazda Connect y una postura de conducción cómoda.

Por otro lado, por funcionalidad y espacio en las plazas traseras, puede decirse que es un modelo óptimo para parejas jóvenes con un hijo o que estén pensando en tener familia, algo a lo que también contribuye un maletero con 430 litros de capacidad o un equipamiento de serie por encima de la media. En este sentido destaca la posibilidad de incorporar faros Smart Full Led adaptativos, un sistema de proyección de información en el parabrisas Head Up Display, sistema multimedia compatible con Android Auto y Apple CarPlay, etc.

Mazda3: 180 CV y 5,6 L/100 km

Mazda3 Skyactiv-X

Con más de 6 millones de unidades vendidas en todo el mundo, el Mazda3 supone la alternativa compacta dirigida a aquellos clientes que no busquen necesariamente un SUV. Sus dos carrocerías, 5 puertas y Sedán, aportan matices diferentes a su diseño Kodo: más deportivo y emocional en el primer caso, y más elegante y sofisticado el segundo.

Al igual que sucede con el CX-30, el Mazda3 ofrece un interior minimalista que destaca por la calidad de sus ajustes y por los materiales utilizados. Su enfoque en la conducción se plasma en una posición al volante perfecta en la que cada mando se encuentra en el lugar esperado. Entre su completa dotación de serie, destacan elementos de confort tales como el climatizador bizona, el Head Up Display o el navegador, y otros de seguridad activa, como el Sistema de asistencia a la frenada en ciudad delantero con detección de peatones (SCBS), el Sistema de aviso de cambio involuntario de carril (LKA) o el Detector de fatiga, entre otros.

El Mazda3 Skyactiv-X se muestra como un vehículo ahorrador, eficiente y respetuoso con el medio ambiente que, además, ofrece un diseño premium y una experiencia de conducción muy agradable.

Al volante, hay tres puntos en los que destaca el motor Skyactiv-X: una suavidad de funcionamiento por encima de la media, una gran elasticidad en todo el rango de rpm y un consumo medio homologado de 5,6 l/100 km en el ciclo WLTP, que es una referencia entre los motores de su potencia.

En cuanto al rendimiento, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y una velocidad máxima de 216 km/h, ofrece prestaciones suficientes para afrontar cualquier tipo de recorrido.

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