En las décadas de los 60 y 70, el campeonato de automovilismo norteamericano Can-Am tuvo en McLaren el mayor de los vencedores, con la consecución de 5 campeonatos consecutivos entre 1967 y 1971. Los mejores pilotos de entonces, como Jackie Stewart, Graham Hill o John Surtees, corrieron en los circuitos más famosos, además de Bruce McLaren, creador de la marca.
Como homenaje a la inauguración del evento en 1966 y a su época dorada, McLaren Special Operations ha lanzado una serie limitada a 50 unidades de una modificación del 650S al módico precio de 345.000 euros y en 3 colores a elegir: Mars Red, Papaya Stark y Onyx Black. En concordancia con los deportivos de hace 50 años, esta versión especial es un compendio de reducción de peso, utilizando fibra de carbono para el capó, el aerofreno, el splitter delantero y el difusor trasero –además del chasis Monocell usado en el 650S estándar-.
La inspiración de los corredores del Can-Am también es palpable en las llantas de aleación ligera forjadas y con acabado en negro brillante, en las aletas delanteras, también en fibra de carbono, y en la cuádruple salida de escape trasera terminada en acero inoxidable pulido, con dos tubos a cada lado. Además, reduce la presión en el eje delantero mediante un aumento de la carga aerodinámica. En el interior, por su parte, sus asientos deportivos están tapizados en cuero y Alcántara, con una pantalla táctil multimedia y de nuevo fibra de carbono repartida por todo el habitáculo.
Donde no hay modificaciones con respecto al 650S es en el propulsor, lo cual no supone un impedimento para arrojar unas cifras escandalosas: de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y una velocidad máxima de 329 km/h gracias a un bloque V8 de 3.8 litros que desarrolla 650 CV.
