El futuro es eléctrico. Partiendo de esta premisa, parece ser que todos los fabricantes, casi sin excepción, están trabajando en el desarrollo de nuevos modelos eléctricos o en adaptaciones de algunos modelos de sus gamas actuales propulsados por motores eléctricos. Los casos más especiales y también los de más dificultad por la propia naturaleza de los vehículos es el de los fabricantes de superdeportivos que deben adaptarse a los nuevos tiempos y cambiar por completo su filosofía de trabajo. Ya no solo vale con la potencia pura.
Uno de estos casos es el de Mclaren. La firma británica ha reconocido a través de su Director de Diseño e Ingenieria, Dan Parry-Williams, que disponen de un nuevo vehículo deportivo eléctrico, en el cual se basarán todas las pruebas y mejoras que puedan ofrecer en los futuros lanzamientos. No obstante, Parry-Williams ha asegurado en declaraciones a AutoCar que tardaremos en ver un deportivo 100% eléctrico en los concesionarios de la marca.
La mayor dificultad para marcas de superdeportivos como McLaren a la hora de introducir sus modelos en la electrificación no es la falta de potencia, ya que con la incorporación de varios motores eléctricos se pueden conseguir potencias superiores a las que se consiguen con los propulsores tradicionales. El problema viene dado por la mecánica y el rendimiento, ya que no es fácil mantener las prestaciones de los modelos tradicionales al sumar el peso de las baterías encargadas de almacenar la energía eléctrica.
El propio Parry-Williams ha manifestado que el mayor problema para la producción de los vehículos bajos en emisiones contaminantes reside en la tecnología de la batería, ya que por ejemplo en la conducción con circuito las baterías no están preparadas para este tipo de pilotaje tan agresivo y se precisa de baterías de alto rendimiento que conllevan un mayor trabajo de desarrollo.
Tal es el problema de las baterías que en la actualidad, los fabricantes que están desarrollando vehçiculos eléctricos invierten mucho más tiempo y dinero en baterías de alta densidad energética, aquellas que son capaces de proporcionar altos niveles de autonomía, que en baterías de intensidad de potencia, es decir, las que requieren de altos niveles de rendimiento.
Aunque McLaren ya informó hace unos meses que el 50% de la gama contará con este tipo de sistema de propulsión eléctrica en el horizonte del año 2020, Parry-Williams ha sido muy claro afirmando que la llegada de un McLaren 100% eléctrico al mercado aún está muy lejos.