Si tu coche ha permanecido durante días atrapado en la nieve, es posible que cuando vayas a arrancarlo te encuentres con una desagradable sorpresa: la batería no funciona. Por suerte, es un problema que tiene una solución relativamente sencilla si tienes a mano otro coche y unas pinzas o un cargador portátil… aunque sólo funcionará si a la batería aún le queda algo de vida. Sí, porque las baterías van perdiendo rendimiento con el paso del tiempo y puede que la tuya esté tan agotada que ya ni siquiera admita una recarga.
En este caso, tienes dos opciones: comprar una y cambiarla tú mismo (en función del coche y de tus conocimientos, puede ser una tarea muy complicada) o llamar al seguro y que te manden una grúa para llevar el coche a un taller (si es que puede acceder a tu zona). La pregunta es: ¿se encargará el seguro del coste la batería? La respuesta es que no. El único supuesto en el que el seguro se haría cargo del reemplazo sería en caso de un siniestro en el cual este elemento se hubiese dañado, pero en el caso de una descarga no se contempla. Este supuesto se considera una avería mecánica y las pólizas a todo riesgo normalmente excluyen este tipo de problemas de las coberturas.
Es cierto que algunas compañías ofrecen seguros de garantía mecánica, que indemnizan al conductor en caso de mecánica o eléctrica. No obstante, estas pólizas tienen en cuenta la reducción de rendimiento de las diferentes piezas, de modo que si la batería de tu coche es muy antigua, es muy posible que quede fuera de las coberturas.
¿Qué batería necesito?
La conclusión es que, si tu batería se venido abajo de manera definitiva, no tendrás más remedio que reemplazarla. Ahora bien, ¿sabes cuál le corresponde? Aquí te dejamos los aspectos en los que debes fijarte:
–12V: Indica cuál es el voltaje de la batería; en los turismos son siempre 12V (en camiones grandes son de 24V).
–60 Ah, 65 Ah, 70 Ah: Es la capacidad nominal de la batería. Indica que puede suministrar un determinado número de amperios durante una hora hasta descargarse por completo. La capacidad de la batería del vehículo irá en función de los elementos eléctricos que incorpore. Así, un urbano básico gasolina requerirá una de 50 ó 55Ah, mientras que un SUV diésel o una berlina de lujo pueden incorporar una de hasta 100 Ah.
-660, 700, 800 Ah: Indica la intensidad de la corriente que es capaz de generar esa batería en un momento dado (durante 30 segundos a -18ºC sin que el voltaje descienda de los 12V nominales), normalmente el arranque. En el uso diario, es una cifra más importante que la de la capacidad de la batería: una intensidad mayor, por ej., es más útil si vives en zonas de frío extremo.
–Ojo a las medidas de la batería y a la polaridad de los bornes. Si vas a sustituir tu batería, atento a las medidas de la nueva, porque puede que no entre en el hueco de tu vano motor. Comprueba también que la disposición de los bornes (llamada polaridad) es similar a la batería original, porque si uno de los cables de conexión del coche es algo corto, podría no llegar al borne.