Uno de los pocos inconvenientes hasta ahora del nuevo Mercedes-Benz GLC, SUV de la marca alemana que se encargó el año pasado de ocupar el hueco dejado en el mercado por el modelo GLK, era su reducida gama de motores. Ésta estaba formada por dos mecánicas diésel -el 220 d, con 170 CV, y el 250 d, con 204 CV- y otra gasolina -el 250, con 211 CV-. Sin embargo, desde este momento ya están disponibles dos nuevas motorizaciones entre sus alternativas.
Se trata de las variantes híbrida 350e y gasolina AMG 43. La primera, cuyo precio oficial arranca en 55.850 euros, combina el mismo propulsor gasolina de 2 litros que la versión 250 con un motor eléctrico de 116 CV. Ambos declaran una potencia conjunta de 211 CV, y con él, el Mercedes-Benz GLC puede recorrer 34 km sin gastar una gota de gasolina. Por lo tanto, el consumo mixto homologado se queda en 2,5l/100 km, y las emisiones de CO2 se cifran en 59 g/km.
Mientras tanto, la mecánica gasolina asociada a la versión más deportiva y radical, el AMG 43, es un bloque de 3 litros que rinde 367 CV de potencia. Asociado a una transmisión automática Speedshift de siete relaciones, el Mercedes-AMG GLC 43 acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanza una velocidad máxima -limitada electrónicamente- de 250 km/h. El precio oficial de este modelo parte de los 67.750 euros.