El Mercedes Clase E estrena diseño… y algo más

Hemos tenido la oportunidad de viajar a Barcelona para probar el nuevo Clase E restyling; un modelo que recibe un diseño más juvenil –inspirado en el del Clase A– e interesantes novedades. Por si fuera poco, pudimos probar el Clase E más potente de la historia: el E63 AMG S 4MATIC de 585 CV.


Día gris y lluvioso en Barcelona. Tras abandonar el AVE en la estación de Sants en nos dirigimos al aeropuerto para probar el restyling del Clase E. Las más de 30 unidades de prensa aparcadas meticulosamente, tienen un aspecto más atractivo que el de su antecesor gracias a su nueva parrilla frontal y unos grupos ópticos inspirados en los del Clase A. Además estrena dos líneas de diseño una clásica denominada Elegance que incluye la estrella sobre el capó, y una deportiva denominada Avantgarde que incluye la estrella en la parrilla frontal y un aspecto más deportivo.
Durante la presentación, nos pusimos al volante de las versiones E350 BlueTEC diésel -desde 62.450 euros-, el nuevo E400 gasolina –desde 69.800 euros– y el potente E63 AMG S 4Matic -desde 142.000 euros-.
El E350 BlueTEC cuenta con un motor diesel V6 de 252 CV asociado a una caja automática de 7 velocidades. Con esta combinación, el Clase E acelera de 0 a 100 km/h en 7,1 seg., alcanza 250 km/h y gasta 5,5 l/100 km. Una vez en el interior, destaca por la buena postura de conducción gracias a los amplios reglajes del asiento y el volante –por 1.861 euros pueden ser eléctricos– aunque mantiene detalles ´arcaicos´ como el freno de mano de pedal –sus rivales incluyen uno eléctrico–. Además, incluye una central con demasiados botones y los del climatizador situados muy abajo. Una vez en marcha, el Clase E despunta por su confort para afrontar largos desplazamientos por carretera: su motor V6 es rápido y suave, la insonorización es muy buena y la suspensión de serie ´aísla´ de las irregularidades del asfalto de forma impecable. Por otro lado, su caja automática de siete velocidades es muy suave y agradable en las transiciones entre marchas; aunque resulta un pelín lenta al reducir marchas cuando se acelera a fondo, por ejemplo, para adelantar.

Tras un breve descanso, nos subimos al nuevo E400. Esta nueva versión, que en España tan sólo se vende en acabado Avantgarde, equipa un propulsor 3.3 biturbo de 333 CV que acelera de 0 a 100 km en 5,3 segundos y alcanza 250 km/h. Se trata de un propulsor que destaca por su relación entre prestaciones y consumo -gasta 7,5 litros- y por su capacidad para ganar velocidad envuelto en una gran suavidad… aunque no tiene la ´contundencia´ de un BMW 535i de 340 CV.

Durante el segundo día de pruebas, tuvimos la oportunidad de ponernos a los mandos del Clase E más potente de la historia: el E63 AMG S 4MATIC de 585 CV. La prueba comenzó de forma ´escandalosa´, debido a los 30 Mercedes Clase E AMG que arrancaron al tiempo en el pequeño parking subterráneo situado bajo el Hotel Mandarín de Barcelona.

Mientras atravesamos la ciudad, con la suspensión adaptativa en la posición más blanda y el cambio en posición C -pensada para ahorrar combustible-; el E63 AMG S 4MATIC se muestra tan cómodo como con cualquier Clase E, con la única diferencia de que al acelerar un sonido bronco inunda el habitáculo. Una de las novedades de esta versión frente a un AMG ´normal´, es que incluye un sistema de tracción total que envía un 33% de la fuerza del motor al eje delantero y un 67% al trasero. En la práctica, el E63 AMG se comporta de forma impecable, con un eje delantero con una adherencia muy elevada -de hecho, salvo un error grave de apreciación es casi imposible que se vaya de morro-, una suspensión que incluso en su posición más dura tiene una capacidad notable para absorber irregularidades y una inusitada facilidad para transmitir la potencia al suelo al acelerar a la salida de curvas cerradas. En definitiva, podría decirse es un coche mucho más cordial, eficaz y sencillo de conducir que el E63 AMG de tracción trasera.

Lo que no resulta nada cordial es su motor. Con 585 CV bajo el capó es capaz de alcanzar 100 km/h tras acelerar durante 3,6 segundos, alcanzar 160 km/h en tercera y superar 200 km/h… dando la sensación de que es un medio de transporte casi tan rápido como el AVE en el que hemos viajado a Barcelona. ¿Su ´pero´? Con un consumo medio real de 15 l/100 km –los 10,5 l/100 km que declara la marca son casi imposibles de conseguir– y un depósito de 66 litros, es difícil que la autonomía supere los 400 kilómetros.

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