Analizamos el sistema S-AWC del Mitsubishi Eclipse Cross
Mitsubishi acaba de ampliar su oferta SUV con el Mitsubishi Eclipse Cross, un modelo que, en contra de la tendencia actual del mercado, apuesta por las capacidades todoterreno sin renunciar a las características de los todocamino de tamaño medio. Lo cierto es que, después de unos meses a la venta, las cifras de matriculaciones parecen dar la razón a la marca de los tres diamantes, puesto que el Mitsubishi Eclipse Cross se está convirtiendo en uno de los productos más populares de la compañía nipona.
Bien es cierto que su escasa oferta mecánica no le favorece, puesto que, de momento -en enero se incorporará un diésel a la gama-, solo está disponible con un motor turboalimentado de gasolina de 1.5 litros con tecnología MIVEC y 163 CV, pero el Mitsubishi Eclipse Cross cuenta con otros argumentos para convencer a un público que, cada vez más, busca un SUV para desplazarse a diario.
Además de un equipamiento muy completo en cualquiera de los niveles de terminación disponibles, este SUV con 4,40 metros de longitud cuenta con un interior espacioso y una modularidad que permite aprovechar mejor el maletero y las plazas traseras, ya que la banqueta de asientos posterior puede desplazarse hasta 20 cm para que el maletero, de 379 litros, crezca hasta los 485.
Sistema Super All Wheel Control
Pero lo más destacado del Mitsubishi Eclipse Cross es su sistema Super All Wheel Control (S-AWC) de tracción integral. Esta tecnología puede llegar a hacer un reparto de par entre ambos ejes de hasta un 55% delante y un 45% detrás, si bien, en condiciones normales, trabaja casi como un tracción delantera, reservando sólo el 20% de su par para las ruedas traseras. Este sistema también dispone de tres modos de conducción para mejorar la motricidad según el terreno: Auto, Snow o Gravel.
Más información sobre el Mitsubishi Eclipse Cross