La denominación histórica de los modelos de Peugeot es bastante estricta. Desde 1929, la marca francesa ha nombrado en la inmensa mayoría de ocasiones a sus turismos con un número de tres o cuatro cifras. Si la de las centenas o la de los millares ubica al vehículo en cuestión dentro de la gama de la marca (un 1 o un 2 señalan que es un urbano, un 3 un compacto…), la de las unidades define su generación histórica.
Se trata de un sistema que se ha mantenido prácticamente sin cambios durante casi 100 años. Y en el que las novedades más notables han llegado en los últimos años, con el recurso de optar por incluir dos ceros en la denominación de los vehículos todocamino o monovolúmenes y el de añadir la E al comienzo de los nombres de los vehículos eléctricos.
Entonces, ¿de dónde viene la denominación de los Peugeot?
Cuando la marca francesa comenzó a fabricar automóviles, en 1889, comenzó a fabricarlos bajo los nombres de Tipo 1, 2,3, 6… 22… Esto, es, sin ninguna fórmula reconocida. Y así fue hasta 1929.
En ese año, Peugeot iba a lanzar al mercado un vehículo compacto que, según la tendencia de la marca entonces, debería haberse llamado 629: esto es, la abreviatura de “6 CV 1929”. Pero este coche también se trataba del 201º proyecto desarrollado por la marca. Así que en la empresa decidieron darle ese nombre: 201.
Lo cierto es que el 201 tuvo un gran éxito comercial, lo que unido a la comodidad de contar con un sistema sencillo y reconocible para nombrar a todos los modelos de la marca, lograron que, a partir de entonces, la marca del león comenzará a nombrar a sus coches mediante números con ceros intercalados.
En plena Gran Depresión, y pese al éxito comercial del 201, Peugeot buscaba distintos caminos para aumentar las ventas. Así las cosas, en otoño de 1931, el entonces presidente de la marca, Jean Pierre Peugeot y su hermano Francois, que era el director comercial, decidieron, tras una visita a la red comercial de la marca, aumentar la oferta de producto lanzando nuevos modelos para responder a las necesidades de los clientes. Y, de esta forma, en 1932 llegaría el 301, con una carrocería más grande y motores más potentes que los del 201. Y, en 1934, los 401 y 601. Así las cosas, se había creado la primera gama de modelos de la historia de Peugeot.
Peugeot: una regla… con excepciones
De ahí en adelante, la nomenclatura de Peugeot siguió estos parámetros… hasta 1985. Ese año, la marca gala lanzaría al mercado el 309, un compacto que sustituyó al Peugeot 305 (a la venta desde 1977) y que salió al mercado antes que el 306 correspondiente, que llegaría a los concesionarios en 1993.
Además, y a partir de 2008, con la llegada de nuevas carrocerías como los monovolúmenes, SUV, Peugeot optó por nombrarlos introduciendo en su número dos ceros centrales en lugar de uno. Además, en 2009, la marca puso a la venta un coupé que denominó con las siglas RCZ.
Otros cambios se dieron en 2012, cuando con el lanzamiento del 301, se decidió seguir una numeración algo distinta para modelos destinados a mercados emergentes, como fue este coche basado en el 208. Y finalmente, en 2013, se decidió mantener el 8 final, símbolo de buena suerte en China, para las siguientes generaciones de modelos de la marca. De ahí, por ejemplo, que el Peugeot 308 no haya cambiado de nombre en sus últimas generaciones.
Pero la última novedad al respecto de los nombres de los modelos Peugeot se produjo en 2019, 90 años después del lanzamiento del 201, con la introducción de la “E” seguida de un guión para distinguir a las versiones 100% eléctricas del resto de sus vehículos. Así, los Peugeot E-208 y E-2008 estrenaron esta nueva nomenclatura.
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