En los últimos años, los patinetes eléctricos se han convertido en una de las mejores soluciones de movilidad personal para circular de manera rápida y eficiente por las grandes ciudades. Su popularidad se ha disparado y cada vez son más los usuarios que apuestan por este tipo de montura para desplazarse hasta su centro de estudios o lugar de trabajo. Esta irrupción obligó al Gobierno a establecer una regulación el pasado año a través de la modificación del Reglamento General de Vehículos y de Circulación.
Sin embargo, los cambios introducidos en el citado texto no terminan de aclarar todos los detalles relacionados con este tipo de vehículos y generan algunas dudas. Por lo tanto y, teniendo en cuenta que se trata de cuestión de seguridad vial, algunas administraciones locales se han puesto a trabajar para establecer una ordenanza de circulación capaz de esclarecer un criterio único.
En este sentido, el pleno de Barcelona aprobó hace unos días modificar la ordenanza de circulación para exigir la obligatoriedad de llevar casco, elementos reflectantes, luces, timbre y contratar un seguro de responsabilidad civil a los usuarios de los patinetes eléctricos. Así lo ha anunciado el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, señalando que «pese la facilidad de su conducción no podemos olvidar que es un vehículo y hay que regularlo y controlarlo como el resto de vehículos a motor que circulan por la ciudad».
Para hacer cumplir esta normativa se intensificarán las campañas informativas y la vigilancia de la Guardia Urbana en la capital catalana. En este sentido, se estudiará endurecer el régimen sancionador para penalizar a los conductores que comentan infracciones graves poniendo en peligro al resto de los usuarios de la vía. En el año 2020 los agentes de la Guardia Urbana impusieron 8.000 sanciones a conductores de patinetes y sólo en lo que llevamos de año, ya van más de 4.000.
Recordemos que desde enero de 2021, los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), entre los que se encuentran los patinetes eléctricos, ya no pueden circular por las aceras, vías interurbanas, travesías, autopistas, autovías o túneles urbanos. Asimismo, como cualquier conductor de coche o moto, los usuarios de los VMP pueden ser requeridos por las autoridades para realizar pruebas de alcoholemia o drogas. Tampoco pueden circular con auriculares ni usar el móvil o cualquier otro dispositivo mientras conducen. Este tipo de vehículos tampoco podrán superar una velocidad máxima de 25 km/h.