París expulsa los patinetes eléctricos de alquiler de sus calles
Más de 400 accidentes, que causaron 3 muertos y 459 heridos. Ese es el balance, en 2022, de los patinetes eléctricos en París. Una siniestralidad que lleva tres años creciendo y que ha llevado, tras varios meses de campaña por parte de la alcaldesa de la ciudad, la socialista Anne Hidalgo; y contracampaña de las empresas de kicksharing; a la celebración de un referéndum el pasado domingo para votar sobre la permanencia de estos vehículos (al menos los de alquiler) en las calles de la capital gala.
La realidad es que sólo votaron 103.000 personas de los más de 1,3 millones de ciudadanos que podían hacerlo (sólo un 7,46%) pero… el resultado ha sido demoledor: un 89,03% de los votantes parisinos rechazaron ayer (91.385 votos en contra de los patinetes por 11.256 a favor) que se renueven los contratos de las empresas de alquiler de patinetes eléctricos, que finalizan el 31 de agosto de este año.
La retirada de los patinetes eléctricos, una iniciativa de la alcaldía
París se convierte así en la primera gran capital mundial que expulsa a los patinetes (los de alquiler) de sus calles (Barcelona ya prohibió su uso en el transporte público). Y lo hace por iniciativa de su alcaldesa, Anne Hidalgo, que considera los patinetes peligrosos, conflictivos e incluso, dada la escasa autonomía de sus baterías, poco ecológicos. Así las cosas, Hidalgo planteó haces meses este referéndum, que era como consultivo y sin vinculación jurídica, pero cuyo resultado la alcaldesa se había comprometido a respetar.
De hacerlo así, el próximo 1 de septiembre, París se despertará con 1.500 patinetes de alquiler menos, correspondientes a las compañías Tier, Lime y Dott, a las que el consistorio parisino no renovará sus contratos.
Los patinetes eléctricos y su regulación en París
Los patinetes de alquiler llegaron a París en 2018, con más de 12 compañías ofreciendo estos vehículos, pero en los últimos años, la población cada vez ha mantenido posturas más enfrentadas respecto a la presencia de estos vehículos en las calles parisinas, ya que muchos de ellos no respetan las reglas que el Ayuntamiento, en un intento por la coexistencia, les aplicó a partir de 2019.
Desde junio de ese año, los patinetes eléctricos fueron considerados como “dispositivos de desplazamiento personal motorizado” y sometidos a las normas de tráfico. Además, su velocidad está limitada a 10 kilómetros por hora y, únicamente en algunas zonas muy concretas, a 20 kilómetros por hora. Si superan la velocidad límite, la sanción puede alcanzar los 1.500 euros.
Además, estos vehículos, en los que únicamente puede viajar una persona, tienen prohibido circular por la acera o por parques. Tienen que estacionarse en lugares específicos para ellos y sus usuarios han de tener siempre 12 años o más. Junto a estas limitaciones, en los últimos meses, las empresas de alquiler de estos vehículos anunciaron también medidas para tranquilizar a la población, tales como controles de identidad para evitar el uso de los patinetes por menores de 12 años, el uso de matrículas o una mayor vigilancia para el estacionamiento de los mismos sólo en las zonas permitidas. Pero no han sido suficientes para contentar a la ciudadanía parisina.
