¿Y si los radares no solo detectaran a los que corren más de la cuenta, sino también a los que van demasiado despacio? Según medios internacionales, esa es la propuesta que ha lanzado un diputado suizo: activar multas automáticas contra los conductores excesivamente lentos en autopistas. Según él, circular a velocidades muy reducidas sin motivo justificado puede entorpecer el tráfico y generar peligros tan serios como un exceso de velocidad.
La idea, que ha generado debate en el país helvético, parte de una realidad: algunos vehículos circulan a 40 o 60 km/h en vías donde el ritmo habitual ronda los 100 o más. ¿El resultado? Embotellamientos, maniobras bruscas y conductores frustrados. Para evitar ese “efecto caracol”, el político propone aplicar multas automáticas a quienes rompan la fluidez de la circulación.
Pero… ¿puede ser peligrosa la lentitud?
Aunque a primera vista pueda parecer exagerado, la propuesta pone sobre la mesa una cuestión interesante: ¿es peligroso conducir despacio? La respuesta es sí… si se hace sin justificación. En vías rápidas, mantener un ritmo muy inferior al del resto del tráfico puede provocar frenazos, cambios de carril bruscos y situaciones de tensión que no ayudan precisamente a la seguridad vial.
Además, en contextos de alta densidad, un solo coche lento puede actuar como un tapón que congestiona varios carriles, generando frustración y maniobras arriesgadas por parte de otros conductores.
Una propuesta que divide
La idea del diputado ha generado un encendido debate en Suiza. Por un lado, algunos ciudadanos y expertos entienden el objetivo: garantizar una circulación más fluida y segura. No obstante, muchos otros —entre ellos varios parlamentarios— critican que se pueda multar a conductores simplemente por ir “lentos”, sin tener en cuenta el contexto.
Además, como recuerdan algunos juristas suizos, la legislación ya contempla la posibilidad de sancionar este tipo de comportamientos si suponen una molestia evidente para el resto del tráfico. La novedad, por tanto, sería la automatización del proceso, algo que genera dudas tanto técnicas como éticas.
¿Y en España?
En nuestro país también existe el concepto de “conducción anormalmente lenta”, aunque rara vez se multa. La ley establece que no se puede circular sin motivo a una velocidad que entorpezca la circulación. En autopistas, además, está prohibido circular por el carril izquierdo a menos de 80 km/h si las condiciones son normales. Pero en la práctica, las multas por esta razón son muy poco frecuentes.
¿Qué se puede aprender de esta propuesta?
Aunque parezca una idea curiosa o incluso divertida, la propuesta suiza pone sobre la mesa una realidad: no solo el exceso de velocidad puede perjudicar la seguridad vial, también una velocidad demasiado baja sin razón puede crear problemas. La clave está en mantener un ritmo adecuado a la vía y las circunstancias, para evitar tensiones y favorecer una circulación más segura y fluida.
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