La sentencia afirma que el condenado, Carlos P.S., de 35 años, «con ánimo de menoscabar la propiedad ajena y en venganza por haber sido sancionado ya dos veces por exceso de velocidad, disparó tres tiros de escopeta» contra el aparato.
La multa consiste en pagar 15 – diarios durante 12 meses, hasta sumar 5.400 –. Además, Carlos P.S. también tendrá que abonar los 33.000 – que ha costado la reparación del radar en caso de que la aseguradora del Servei Català del Transit no se haya hecho cargo. Los disparos alcanzaron a la cámara de vídeo y a los cristales exteriores, con lo que todo el radar quedó inservible: La cámara, el flash, el objetivo, la antena…
El condenado reconoció poseer dos rifles con mira telescópica con los que se podrían realizar esos dispar0s, pero niega que haya provocado los daños y en el juicio pidió ser absuelto. Una de las pruebas fue la grabación del radar inmediatamente anterior al ataque: En ella se aprecia a un Audi S3 como el del condenado detenerse en el arcén opuesto. Sólo hay un Audi S3 azul eléctrico en toda la comarca: El de Carlos P.S.