El Ayuntamiento de Madrid alcanzó la cifra de multas de tráfico más alta de su historia en 2024 con casi 2,8 millones de denuncias y una recaudación histórica, con 378.18 millones de euros, según un informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Aunque las de aparcamiento son las más numerosas, las cámaras de la M-30 y, sobre todo, el efecto de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se dispararon.
En 2024, circular por Madrid se convirtió en una trampa de sanciones para miles de conductores. Según el último informe de AEA, el Ayuntamiento de la capital impuso 2.790.895 denuncias de tráfico, alcanzando una cifra nunca vista: 378,1 millones de euros recaudados en multas. Esto supone un incremento del 7,1 por ciento en el número de sanciones y de un 10,7 por ciento en los ingresos respecto a 2023. O lo que es lo mismo, más de un millón de euros diarios en multas.
El informe denuncia una preocupante escalada en el importe medio de las sanciones, que ha pasado de 131 € en 2023 a 135 € en 2024. Un ejemplo ilustrativo: acceder a una ZBE en París cuesta 68 €, mientras que en Madrid la sanción alcanza los 200 €.
Las ZBE disparan las cifras: 1331% más de multas
El auténtico motor de esta maquinaria sancionadora tiene un nombre: las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). La ampliación de estas zonas a todo el término municipal ha supuesto una auténtica avalancha de denuncias, especialmente contra los vehículos sin la etiqueta de la DGT correspondiente que se aventuraron a circular por zonas restringidas.
En concreto, las cámaras de la M-30 se convirtieron en auténticas máquinas de multar, multiplicando por más de 14 las sanciones por acceder a Madrid ZBE sin autorización. En un año, se pasó de 34.082 denuncias a 487.725 en 2024, lo que generó 97,5 millones de euros de recaudación. Este tipo de infracción ocupa ya el segundo lugar en el ranking de sanciones, superando a las de velocidad y solo por detrás del eterno campeón, los estacionamientos prohibidos.
AEA pone el foco en un aspecto polémico: muchas de estas sanciones se imponen en base a la Ordenanza de Movilidad Sostenible del consistorio madrileño, una norma que ha sido parcialmente anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y cuya validez definitiva está pendiente del recurso ante el Tribunal Supremo. Desde AEA recomiendan a todos los afectados que recurran las multas y agoten todas las vías legales posibles, en previsión de una posible nulidad futura.
Las cámaras cambian de sitio… y también las multas
Curiosamente, mientras las sanciones en la M-30 se disparan, otras zonas como Plaza Elíptica o el Distrito Centro, anteriormente epicentros de las multas medioambientales registran fuertes descensos: un -61,9 % y un -26,2 % respectivamente. Pero esto no significa que los conductores hayan mejorado su comportamiento, según AEA, sino que las cámaras que captan las infracciones se han redistribuido a lugares donde logren mayor eficacia, para detectar infracciones a gran escala.
El estacionamiento, el rey de las multas
En todo caso, los estacionamientos prohibidos siguen siendo la infracción más sancionada con 1.206.310 denuncias y más de 102 millones de euros recaudados. Aquí destaca el aumento de las multas en zonas de carga y descarga (un +107,5 por ciento), debido a la implantación de la aplicación DUM 360, que obliga a los profesionales a reservar plaza. Muchos desconocen esta nueva norma y pagan el precio.
Entre las categorías de estacionamiento, también aumentan las denuncias en carriles de circulación y en vados, mientras que bajan en aceras o zonas reservadas para personas con movilidad reducida. Incluso los patinetes eléctricos (VMP) sufren una bajada del 13,8 por ciento en multas por aparcar en lugares indebidos.
Caen las multas muy graves, suben las graves
Por tipo de infracción, caen las sanciones por exceso de velocidad, un 8,3 por ciento, -que quedan relegadas a la tercera posición ante el ascenso de las originadas por el acceso a Madrid ZBE- si bien se recaudó más de 51,7 millones de euros. AEA advierte que parte de este descenso puede deberse al «apagón» de algunos radares, como el de tramo de la A-5, que dejó de funcionar durante meses.
Caen también las de semáforo en rojo, un 9,4 por ciento, y las relacionadas con el uso del móvil o el cinturón también descendieron ligeramente.
En lo positivo, bajan también las infracciones muy graves, como la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas (-10,2 por ciento), y las que implican retirada de puntos del carnet (-11,3 por ciento). Un pequeño respiro en medio de la tormenta sancionadora.
