La visita a este espacio protegido, así como a la parte navarra de la sierra, supone algo más que el típico descubrimiento de un parque natural cargado de maravillas ecológicas a conocer por el viajero.
En sus apretados bosques, las sendas que los recorren nos revelarán pequeños tesoros en forma de pétreos monumentos (túmulos y dólmenes), erigidos por los pobladores de estas tierras hace algunos milenios para culto y, en otras ocasiones, enterramiento de sus más ilustres moradores.
Muchos de éstos, pese al paso del tiempo, siguen manteniendo su tenaz equilibrio fuera de toda lógica para nuestros ojos de hoy. Pero aún así mantienen su hermetismo; aquel que les permitiera erigirse como mudos testigos de misterios, creencias, tradiciones y sabidurías que han ido cayendo en el olvido con el inexorable paso del tiempo.
Pero siguen siendo memoria de un pasado tan lejano como mágico, tan distante en tiempo y forma a nosotros que cuando descubrimos uno de estos monumentos queremos saber más de ellos y caminar hacia sus recónditos y mágicos emplazamientos.
Pero en este recorrido por las lindes de las comunidades de Navarra y País Vasco no nos circunscribimos únicamente a la Sierra de Aralar.
La naturaleza en estas tierras es tan exuberante que no sabe uno muy bien hacia dónde caminar en busca de más imágenes que impregnen de belleza nuestra retina y que, al tiempo, nos terminen invitando a volver en busca de más, de más parajes, valles y caminos cargados de la magia e historia propias de estas tierras.
BOSQUE DE ORGI (LIZASO)
En el Centro de Interpretación del Bosque de Orgi del Área Recreativa de Lizaso, tenemos una divertida atracción turística que consiste en recorrer el bosque en carreta tirada por caballos.
En la población navarra de Lizaso encontramos este interesante bosque de uso público, que destaca por ser uno de los últimos de robles, árboles que en otras épocas abundaban en los valles de Navarra. Sus 80 hectáreas, a poco más de 25 kilómetros de Pamplona, son una oportunidad única de poder -echarse al bosque- en un paseo por sus laberínticos caminos en busca de una frondosidad legendaria, propia de sus árboles centenarios e incluso bicentenarios.
Los recorridos son completamente llanos y se pueden realizar incluso en silla de ruedas, con lo que está especialmente pensado para todo tipo de públicos que no han tenido la oportunidad de caminar por un bosque de verdad y lo quieran hacer por uno accesible y en miniatura.
Para concertar una visita guiada podemos contactar con el Área Recreativa del Bosque de Orgi en los teléfonos 948 305 300 y 620 955 454. O bien, tendremos información detallada de las actividades a realizar en la zona en: www.plazaola.org y www.garrapo.com
Por caminos de navarra
Para comenzar, tomamos como origen la pequeña población de Latasa. Desde ésta, y a través de una estrecha carretera local, iremos ascendiendo en busca de pequeños caminos que nos permitan disfrutar de nuestro Grand Vitara y sus específicos neumáticos ATR.
Así, en la población de Oskotz son varias la opciones que se nos ofrecen y que nos llevarían en dirección a Zarrantz y Cía. Aunque serán las intensas lluvias que descargan sobre ests tierras en esta época del año las que nos hagan desistir, después de varios intentos sobre el trazado dibujado a priori sobre el cartográfico; es más, de no haber sido salvados por el empujoncito de un tractor, aún seguiríamos en la poza que nos había atrapado.
Después de escuchar los consejos de los excursionistas locales y oír como muchos de los caminos que teníamos previsto surcar con nuestro Suzuki (de Muskitz hubiéramos ido a Beorburu, Nuin y Amaláin para terminar en la NA4100 en dirección a Lizaso) estaban intransitables, incluso para el tractor que nos rescató, decidimos buscar itinerarios asequibles y no olvidar nuestro destino en este primer tramo: Lizaso y el Bosque de Orgi, un bellísimo robledal propio de las abundantes arboledas que abundaban en el norte de Navarra, situado en el Valle de la Ultzama y a poco más de 25 kilómetros de Pamplona.
Este bosque milenario abarca una superficie de unas 80 hectáreas y es uno de los pocos vestigios que restan de este tipo de formaciones vegetales. Su visita resulta más que obligada aprovechando su uso público y el área natural recreativa con la que cuenta.
El roble que encontraremos aquí (Quercus Robur) puede vivir en suelos muy húmedos, incluso encharcados durante largos periodos, y muchos de los ejemplares llegan a centenarios e incluso bicentenarios. Este lugar resulta propicio para perderse unas cuantas horas por los caminos perfectamente balizados de su interior. Para los más comodones, se puede hacer un recorrido en carreta tirada por caballos (de la autóctona raza jaca navarra); seguro será la delicia de los más pequeños.
Lekunberri
(43º 00- 044– / 01º 55- 223–)
En el centro de interpretación de la Sima de Mendukilo podemos visitar una recreación de la misma y saber sobre actividades de espeleología en la cueva.
En la localidad navarra de Lekunberri tenemos dos posibles e interesantes actividades: la vía verde del Plazaola (www.plazaola.org), desde donde se pueden organizar rutas por ella en bicicleta, o también conseguir información turística de la zona a través del Consorcio Turístico Plazaola en el teléfono
948 507 205 o en el fax 948 507 333. Por su parte, la Oficina de Turismo de Lekunberri, sita en la propia estación de la vía verde, nos dará cumplida cuenta de restaurantes, hoteles y otros servicios en la localidad. Su teléfono es el 948 507 204, y el fax el 948 507 333.
También en la proximidad de Lekunberri, concretamente en la aldea de Astitz, encontraremos la sima de Mendukilo, una cueva completamente accesible para todos los públicos mediante pasarelas y con una visita de una duración aproximada de 50 minutos
(www.mendukilo.com). Lo mejor es organizarse para llegar a la hora elegida para nuestro turno de visita. El teléfono es el 948 396 095.
Espeleología para todos los públicos
Completada la visita al bosque, nos desplazamos con nuestro 4×4 a través de la NA-4120 para alcanzar la localidad de Irurtzun y, desde aquí, saltar el entramado de comunicaciones que une Pamplona, San Sebastián y Vitoria para buscar el acceso al caserío de Etxeberri.
Y, después, en un constante ascenso, alcanzaremos la cota de Oderitz y Astitz. Precisamente es en esta última población donde tenemos marcado otro de los hitos de nuestro deambular: la visita a la sima de Mendukilo.
Ésta es una de las numerosas simas que jalonan la sierra de Aralar, pero cuenta con la peculiaridad de estar habilitada para la explotación turística. En su visita se invierten poco más de 50 minutos; cuenta con pasarela, con lo que no es necesario ir equipados para la espeología, bastará con un calzado cómodo que sujete bien el pie.
P. natural de aralar
(42º 56- 856– / 01º 57- 875–)
Una de las visitas inexcusables de esta ruta es la visita al Santuario de San Miguel de Aralar. Este santuario de origen románico, está situado en lo alto de la sierra de Aralar, y en el constante ascenso hacia él podremos realizar un gran número de excursiones en busca de túmulos funerarios o dólmenes, por las inmediaciones del bosque que puebla este Parque Natural.
El santuario, bajo la advocación de San Miguel Excelsis, es digno de una visita guiada, pues son ricas las tradiciones y leyendas en torno a este Arcángel.
Además, en él podemos encontrar parada y fonda, pues recientemente se acaba de inaugurar un moderno restaurante en las instalaciones de su albergue de peregrinos. Para más información de visitas y reserva en el restaurante tenemos los siguientes teléfonos: 948 373 013 /626 030 234.
Pero si buscamos un alojamiento más completo que un albergue, podemos descender a la próxima Irurtzun, donde la oferta es más amplia, y en nuestro caso usamos los servicios del Hotel Plazaola (www.hotelplazaola.es), que cuenta con interesantes ofertas de fin de semana y una buena cocina.
Este pequeño hito de piedra, está como punto de arranque de una de las sendas que recorren los dólmenes de este parque.
Ésta es la imagen de San Miguel Excelsis, en su santuario de Aralar.
A las puertas del parque
De aquí, en pocos kilómetros llegaremos hasta Lekunberri, población que da acceso y servicios al Parque Natural de la Sierra de Aralar. Nada más entrar, encontraremos su vieja estación de tren, hoy convertida en centro de información turística, donde nos darán cumplida información de cuantas actividades podemos realizar en la zona: hacer tramos de la vía verde en nuestras bicicletas o los recorridos a pie por la sendas de Aralar… -en busca del dolmen perdido-.
Y no es el título de otra película de Indiana Jones, sino una de las actividades más atractivas a realizar por los senderos del parque; pues son muchos los dólmenes esparcidos por el bosque que podremos buscar a golpe de coordenadas geográficas con nuestro GPS.
Y es que perder la senda es fácil en este abigarrado y salvaje bosque.
Así, con la información en el bolsillo, iniciamos el ascenso en nuestro 4×4 hasta el Santuario de San Miguel de Aralar. Por el camino, en nuestro rutómetro hemos marcado con coordenadas las sendas más conocidas para visitar este parque y también aquellos túmulos y dólmenes a los que prácticamente podemos acceder en coche.
El ascenso se hace por un bosque precioso, pero al llegar al santuario, en la cima, las vistas (si no hay niebla, que es muy común) nos mostrarán el valle que se abre entre nosotros y la Sierra de Urbasa. Visitado el santuario, podemos descender por una empinada y estrecha pista hasta el valle y poder así visitar, como fin de fiesta, dos de los dólmenes más impresionantes de la zona: el de Aitzkomendi, en Eguialaz, y el de Sorginetxe, en Arriazala.
Datos útiles
Distancia
Después de darle muchas vueltas a la situación, debido a la gota fría que empapaba los montes de esta zona, hemos realizado sobre el papel un balizamiento de 130 kilómetros que nos conducirán hasta todos los puntos prefijados de antemano para la ruta.
Dificultad
Toda o ninguna. Toda, pues las pistas estaban muy complicadas incluso para las específicas atr que montaba nuestro grand vitara, que terminaban embozadas a la menor intentona. O ninguna, si usamos gran parte de las pistas y caminos vecinales de buen firme que encontraremos. Según el caso, una u otra opción serán igual de interesantes.
Fecha
Septiembre de 2009.
Duración
Sin duda necesitaremos un largo fin de semana para disfrutar de tanta naturaleza y tanto trayecto. Pues serán 1.000 las oportunidades para echarse al monte.
Climatología
La propia de una sierra con una cota de altura elevada y situada en la zona pre-pirenaica, con lo que deberemos esperar mal tiempo en cuanto toque… O al menos muy cambiante.
Cartografía
I.g.n. 1:50.000 hojas 113, 114, 115 y 139.
Datos Oficiales
Ficha técnica
Suzuki grand vitara 1.9 ddis 3p | |
Motor | |
Tipo | Turbodiésel, 4 cil. En línea |
Distribución/cilindr. | 16 válvulas / 1.870 cm3 |
Alimentación | Inyec. Directa, common rail, turbo e intercooler |
Potencia máxima | 129 cv a 3.750 rpm |
Par máximo | 300 nm a 2.000 rpm |
Transmisión | |
Tracción | Total perman., bloqueo central y reductora |
Suspensión | |
Delantera | Independiente |
Trasera | Independiente |
Dirección | |
Tipo | Cremallera, servoasistida |
Frenos | |
Delante/detrás | Discos vent./discos vent. |
Neumáticos | Atr 235/65-17 |
Carrocería | |
Largo/ancho/alto | 4.060/1.810/1.695 mm |
Batalla y vías | 2.240/1.540 (d)/1.570 (t) |
Peso | 1.405 kg |
Prestaciones | |
Velocid. Máx./aceler. | 170 km/h / 12,8 seg. |
Consumo medio | 6,2 litros/100 km |
Intrépido 4×4 y eficaz viajero
El Grand Vitara, en su versión de tres puertas, puede mostrarse a priori como un vehículo con más vocación off road que viajera. Pero están equivocados los que piensen así, pues el 1.9 DDiS de 129 CV no sólo se muestra eficaz en campo, sino que las prestaciones que ofrece lo hacen realmente completo y permiten viajar con comodidad y eficacia tan lejos como necesitemos.
Quizás se podría pensar que en esta versión de tres puertas la capacidad del maletero (184 litros) es escasa. Pero las plazas posteriores completamente escamoteables convierten la parte trasera en un auténtico compartimento de carga (casi un metro cúbico), más que generoso y muy versátil gracias a las diferentes opciones de abatimiento.
Una vez en la localización elegida, el Grand Vitara se crece gracias a su reductora, los recorridos libres de suspensión, las correctas cotas 4×4 o los neumáticos ATR, que ofrecen la posibilidad de disfrutar del todoterreno con la seguridad y la experiencia que Suzuki transmite en todos sus productos 4×4.