1,5 millones de coches circulan con defectos en los neumáticos

Nicolás Merino
Nicolás Merino
Las ruedas son el único elemento de nuestro vehículo que está en contacto con el asfalto, por lo que tenerlos en perfectas condiciones es esencial para evitar cualquier tipo de accidente. Revisa el estado de los neumáticos regularmente para evitar sustos.

Los neumáticos son uno de los elementos más importantes de nuestro vehículo. No en vano, es la única parte del vehículo en contacto directo con la carretera y su correcto estado (o no) influirá de una manera u otra en el comportamiento del coche. En este sentido, es esencial que estén en las mejores condiciones posibles y para ello tendremos que comprobar su estado de manera periódica. Esto es, revisar la presión, comprobar su dibujo o comprobar la carcasa en busca de alguna irregularidad.

Aunque su importancia es vital, se trata de uno de los elementos que menos miramos. De hecho, se calcula que aproximadamente 1,5 millones de vehículos circulan en España con algún tipo de anomalía en los neumáticos. Dato que refuerza las conclusiones de un reciente estudio que señala que casi la mitad de los conductores españoles (un 46%) reconoce no darle la suficiente importancia al estado de sus neumáticos.

Si no tienes claro cuándo debes cambiar tus neumáticos, desde la red de talleres Confortauto Hankook Masters nos señalan una serie de pautas y consejos a seguir para verificar cómo están nuestros neumáticos.

Consejos para comprobar el estado de los neumáticos

  • Comprobar la presión de los neumáticos: revisa la presión recomendada por el fabricante por lo menos una vez al mes, y siempre antes de un viaje largo. Circular con la presión adecuada además de contribuir a nuestra seguridad, reducirá el riesgo de dañarlos, y nos ayudará a ahorrar combustible. Por el contrario, ir con la presión alta desgastará la parte central del mismo con mayor rapidez; con la presión baja también se provoca un desgaste irregular y se reduce la superficie de contacto.

  • Vigila la profundidad de la banda de rodadura: no debe ser menor al límite legal de 1,6 milímetros (disminuye drásticamente el agarre), siendo aconsejable su cambio cuando la profundidad del dibujo sea inferior a 3 milímetros. En este sentido, cabe recordar que circular con unos neumáticos por debajo del límite legal, conlleva una sanción de 200 euros, e incluso la inmovilización del vehículo si se verifica que el desgaste del neumático es “grave”.

  • Verifica que no haya daños en la goma: bultos, roces o pequeños cortes… estos desperfectos pueden aparecer con el paso del tiempo. Si esto sucede, hay que cambiar inmediatamente el neumático (y su pareja).

  • Comprueba la alineación: si nuestro vehículo no mantiene una trayectoria estable o tiembla el volante es que la alienación no es correcta. ¿Lo más recomendable? Acudir a un taller para efectúen de nuevo dicha alineación.

  • Examina las válvulas y los tapones: las válvulas son las responsables de mantener la hermeticidad de los neumáticos al contener la presión de aire en la unión del neumático con la llanta. Ante la duda de mala estanquidad de la válvula, ésta se debe cambiar completamente. Ten presente que es mejor y más barato cambiar una válvula que un neumático que se queda sin presión por culpa de ésta. Y no nos olvidemos del tapón de la válvula, ya que la protege del polvo y la suciedad, ayudándonos a prolongar la vida útil del neumático.