Nissan Qashqai: La piedra filosofal

El Nissan Qashqai es la plasmación del sueño de todos los modernos "alquimistas" que, recluidos en las entrañas de las guaridas de los departamentos de diseño de los diferentes fabricantes, se afanan por lograr el automóvil perfecto o, al menos, el más vendido de entre sus rivales.


 

  • Nissan Qashqai 1.6 DCI 130 CV All Mode 4×4
  • Desde 26.650 euros
  • 3 años o 150.000 km.
  • Seguro a todo riesgo, desde 827 euros; a terceros, desde 237 euros.

Mientras recorro las embarradas pistas de nuestro circuito de pruebas, pienso que no tendría ninguna objeción para elegir el nuevo Nissan Qashqai como mi vehículo para uso diario. Eso no significa que me parezca el todocamino perfecto, ni mucho menos, pero sí que es suficientemente bueno en todo aquello que más valoro en un automóvil, y tengo la convicción de que ahí radica la clave del éxito tanto de este modelo como de su predecesor.

Pongamos un ejemplo. Conozco estos caminos como la palma de mi mano y hay una zona muy deslizante con grandes escapatorias en la que acostumbro a desconectar las ayudas electrónicas a la conducción. En los últimos tiempos, resulta difícil encontrar un vehículo al que pueda desconectársele completamente el control de estabilidad, y menos aún si hablamos de un modelo para todos los públicos; en el Qashqai se puede hacer, y eso demuestra una gran confianza de su fabricante en este producto. La justificación que dan los fabricantes para no permitirnos emular a nuestros ídolos de los rallies es que no es necesario anular el ESP en ninguna circunstancia, y no tiene sentido querer conducir un coche menos seguro. Pero si no podemos poner el vehículo ocasionalmente y a propósito en una situación límite, quién nos garantiza que responderá adecuadamente cuando esta se produzca de forma involuntaria.

Mecánica. El 1.6 dCi es un prodigio de ingeniería, pero se queda un poco corto para quienes quieran mover con agilidad los 1.600 kilos que pesa el Qashqai. Con respecto al anterior modelo, el colector que lleva el aire del turbo a la admisión ha pasado de ser de aluminio a estar fabricado en plástico. Las suspensiones y la transmisión tampoco reciben apenas cambios.

Así que poder llevar el Qashqai completamente cruzado por estas pistas es toda una sorprendente y agradable experiencia. Los responsables de Nissan han invertido mucho en afinar el bastidor de su modelo más vendido y están dispuestos a demostrarlo, algo lógico teniendo en cuenta que se trata de un vehículo que debe repetir o superar los éxitos de su predecesor, con más de dos millones de unidades producidas. Por otra parte, no debería ser un logro difícil teniendo en cuenta que la anterior generación ya ofrecía un buen comportamiento y, esencialmente, las suspensiones son las mismas.

Así, los amortiguadores ofrecen un tarado perfecto, suficientemente firmes para controlar las oscilaciones de la carrocería y suficientemente elásticos para que el minúsculo flanco de los neumáticos de nuestra unidad de pruebas no haga que se nos caigan los empastes al primer bache. La única novedad viene de la mano de un programa del ESP inédito que actúa sutilmente sobre los frenos cuando superamos un resalte en la calzada para reducir la oscilación de la carrocería. Después de probar a conectarlo y desconectarlo repetidas veces, no he sido capaz de apreciar su efecto.

Habitáculo. El interior ha ganado algo en lo que se refiere a la apariencia de los plásticos. El diseño también es algo más limpio y funcional, sin la palanca del freno de mano, ahora eléctrico. Atrás hay más espacio para las piernas, y el volumen del maletero ha crecido en 39 litros.

Sin cambios en el sistema 4×4

Tampoco hay grandes novedades en el sistema de tracción, y es una pena. El par motor se envía a las ruedas delanteras de forma permanente, y el tren trasero recibe par solo cuando alguna rueda delantera pierde motricidad o bien cuando el sistema prevé que esto pueda ocurrir (por ejemplo, al acelerar desde parado o cuando subimos por una fuerte pendiente). Esto sucede en la posición Auto del conmutador que gobierna la motricidad, pero hay dos posiciones más. En una de ellas (2WD), se desacopla totalmente el tren trasero, lo que permite ahorrar algo de combustible a costa de renunciar a la tracción total. En la otra (Lock), se conecta el tren trasero bloqueando el embrague de discos que actúa como diferencial interaxial. En la práctica, ni la posición 2WD desacopla el tren trasero al 100 % ni la posición Lock bloquea eficazmente el reparto de par –superada determinada resistencia al avance, los discos del embrague comienzan a patinar–, aunque esta última puede ser una inestimable ayuda cuando las cosas se ponen difíciles.

Con sus luces y sus sombras, se trata, esencialmente, de un buen sistema motriz, cuyo acoplamiento es muy rápido y eficaz, pero es una lástima que no se haya montado el diferencial trasero con reparto variable de par que sí monta el Juke 4×4 y que cada vez podemos ver en más modelos, como el Range Rover Evoque, que podría haber sido una interesante opción. Tampoco hay una alternativa 4×4 automática, que sí existía en la anterior gama. Sí hay disponible un nuevo cambio automático CVT, pero se ofrece únicamente en las versiones 4×2, dejándose una nueva parcela de mercado desatendida.

Poderosos recursos mecánicos

En cualquier caso, el sistema motriz permite hacer diabluras en campo, donde el límite lo marcan los escasos recorridos de las suspensiones, la batalla larga, las formas de los parachoques, la poca altura libre y, sobre todo, los inadecuados neumáticos. En nuestro caso, la unidad cedida disponía de unas cubiertas Dunlop Sport Maxx 225/45-19, unas ruedas con solo 10 centímetros de flanco certificadas para circular a 270 km/h, con un treadwear de 240 (un índice de duración que en este caso supone que las Sport Maxx recorrerán aproximadamente la mitad de kilómetros que un neumático convencional tirando a duro) y con un precio de 240 euros por unidad; unos neumáticos de auténtico deportivo, inadecuados para el campo, sin sentido para un automóvil familiar y mucho menos para un todocamino que además tampoco tiene rueda de repuesto.

Nissan, no obstante, ofrece el Qashqai 4×4 en acabado Visia (básico) con unas mucho más racionales 215/65-16, con casi 14 centímetros de flanco y fabulosas alternativas AT de las principales marcas desde menos de 100 euros (caso de las Dunlop Grandtrek AT3). Como de costumbre, si quieres las llantas de 16 pulgadas, deberás renunciar al equipamiento extra de las versiones N-Tec y Tekna, mientras que si quieres navegador o faros de xenón, tendrás que «comulgar» con las llantas de 17″, algo que podría justificarse si el vehículo viniera de Japón y hubiera que limitar la diversificación del stock, pero que no tiene lógica en un automóvil fabricado en Reino Unido, que podría pedirse «a la carta» y estar en el concesionario en menos de dos semanas.

En cualquier caso y como ocurre con la mayoría de todocamino, el Qashqai se «saborea» mejor sobre el asfalto. No tiene el mejor tacto de dirección, su palanca de cambios no es la más precisa ni la más rápida, y el motor de 1.6 litros tampoco es el más brillante (especialmente a bajo régimen), pero el consumo sí resulta sorprendentemente bajo, los kilómetros a bordo pasan sin apenas cansancio, las plazas traseras son amplias y el conductor puede contar con un enorme surtido de ayudas electrónicas contra la fatiga, las colisiones por alcance, el cambio involuntario de carril, el ángulo muerto, el deslumbramiento ajeno con las luces largas, etc. Todos estos sistemas funcionan correctamente y ninguno resulta demasiado alarmista, como sí puede suceder en un Volvo XC 60. Solo el tiempo dirá si todo esto es suficiente para que el Qashqai revalide su liderazgo en el mercado y pueda seguir siendo considerado como la «piedra filosofal» de Nissan.

BANCO DE POTENCIA

Potencia máxima
140,25 CV a 3.451 r.p.m.

Par máximo
373,23 Nm a 2.153 r.p.m.

Estrenado en 2011 por el Renault Mégane Scénic, el nuevo turbodiésel tetracilíndrico Energy dCi 130 –que se denomina internamente R9M– de 1.6 litros responde a la actual tendencia de reducir las cilindradas de los motores intentando conservar las cifras de par y potencia mientras se reducen los consumos y las emisiones. En el caso del Qashqai, el cambio de motor se produjo en 2012 y supuso, sobre el papel, una disminución de 20 CV y 1,6 litros de gasóleo cada 100 kilómetros.

Basado en el mencionado 2.0 M9R –con el que comparte el 25 % de sus componentes y cuyas curvas te ofrecemos con trazos discontinuos a efectos comparativos–, parte de un bloque de cotas «cuadradas» –mismo diámetro y carrera– y tiene algunas peculiaridades. Una de ellas es su baja relación de compresión (15,4:1), pensada para generar menos NOx, pero que teóricamente repercute de forma negativa en el rendimiento. Otra singularidad es la relativamente baja presión del combustible en el common rail, fijada en 1.600 bares, cuando las mecánicas más vanguardistas se sitúan entre los 1.800 y los 2.000 bares. ¿Cómo consigue, entonces, este 1.6 superar en el banco los 87 CV/litro? Con un turbocompresor de geometría variable tarado a 2,7 bares, que es un valor muy alto para un motor de calle y que requiere medidas adicionales, como un sistema de admisión variable con dos conductos –uno más «directo» y otro más «turbulento»– que se alternan total o parcialmente; esto último es muy poco habitual.
En la práctica, el 1.6 logra ser tan elástico como el 2.0, pero pierde la partida a partir de las 2.500 vueltas, ya que, aunque su valor de par máximo es brillante para un 1.6 –incluso superior al del 2.0–, no consigue mantenerlo constante durante todo su rango de revoluciones.

 

FICHA TÉCNICA

NISSAN QASHQAI 1.6 DCI 130 CV 4X4

MOTOR

Tipo

Diésel, 4 cilindros en línea

Posición

Delantero, transversal

Distribución

DOHC, 4 válvulas por cilindro

Cilindrada

1.598 cm3 (80 x 79,5 mm)

Alimentación

Inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler

Compresión

15,4:1

Potencia máx.

131 CV (96 kW) a 4.000 r.p.m.

Par máximo

320 Nm (32,63 kgm) a 1.750 r.p.m.

TRANSMISIÓN

Tracción

Tracción delantera con acoplamiento progresivo del tren trasero, controles de tracción y de estabilidad

Cambio

Manual, 6 velocidades

Embrague

Monodisco, en seco

Grupo/Reductora

N.d./No

CHASIS

Tipo

Carrocería monocasco

Suspensión delantera

Independiente McPherson, muelles, amortiguadores y barra estabilizadora

Suspensión trasera

Multibrazo, con muelles, amortiguadores y barra estabilizadora

DIRECCIÓN

Tipo

De cremallera y piñón, asistida

Diám. de giro

10,7 metros

FRENOS

Del. y detrás

Discos ventilados/discos

Ayudas

ABS, EBA y EBD

DIMENSIONES Y PESOS

Long./anch./alt.

4.377/1.806/1.595 mm

Batalla

2.646 mm

Vía del./tras.

1.565/1.560 mm

Peso

1.593 kg

Depósito

65 litros

Maletero

439-1.513 litros

RUEDAS

Llantas

Aleación, de 16″ y 17″, (opc.: 19″)

Neumáticos

215/65-16 y 215/60-17 (opc.: 225/45-19)

PRESTACIONES

Velocidad máx.

190 km/h

0 a 100 km/h

10,5 segundos

CONSUMO

Consumo

4,5/4,9/5,6 l/100 km

Autonomía

1.326 km

Emisiones CO2

129 g/km

FÍJATE EN: El consumo homologado es brillante para un 4×4 de 1,6 toneladas. No obstante, las emisiones superan por muy poco los 120 gramos de CO2 por kilómetro, lo que obliga a pagar un 5 % de impuesto de matriculación. En la práctica, resulta sencillo moverse en torno a los 6,0 litros cada 100 km. Con un depósito de 65 litros, podemos recorrer sin problemas más de 1.000 kilómetros.

Absurdas. Las llantas de 19 pulgadas con neumáticos ad hoc tienen un sebreprecio de 500 euros. El neumático Dunlop Sport Maxx montado en esta llanta se ofrece de serie en vehículos deportivos como el Renault Clio RS 200 (200 CV) o el Mercedes A 45 AMG (360 CV). No tiene sentido en un todocamino de 130 CV.

LA OPINIÓN TT

El Qashqai es un todocamino dotado de un motor eficiente y un sistema de transmisión que gestiona muy bien la tracción en firmes deslizantes, pero el campo no es su hábitat. En cualquier caso, si vas a salir del asfalto, hazte con un juego de ruedas AT en medida 215/65-16.
 

Nissan Qashqai

Carrocería

Habitáculo

Motor

Transmisión

Suspensiones

Total

   

EQUIPAMIENTO

Nissan Qashqai 1.6 dCi 4X4

CONFORT Y LUJO

Aire acondicionado

Asientos del. eléct./calefact.

Tekna

Climatizador

Acenta

Conexión USB

Cristales traseros tintados

N-Tec

Llantas de 17″

Acenta

Llantas de 19″

Tekna

Pantalla 5″/ 7″

Sí/N-Tec

Pintura metalizada

468 €

Radio CD MP3

Tapicería de piel negro

Tekna

Techo solar panorámico

N-Tec

Volante ajuste vert./horiz.

Sí/sí

Volante multifunción/piel

Sí/Acenta

FUNCIONAL

Acceso y arranq. sin llave

N-Tec

Asientos traseros abatibles

Bluetooth

Cámara 360º

Tekna

Control presión neumáticos

Control veloc. de crucero

Faros antiniebla delanteros

Acenta

Faros de xenón/BiLED

No/Tekna

Freno de mano eléctrico

Navegador

N-Tec

Ordenador de a bordo

Retrovisor ext. eléc./calefac.

Acenta/Sí

Retrovisor int. autocrómico

N-Tec

Rueda repuesto completa

No

Sensores parking del./tras.

Acenta

Sensores de luz y lluvia

SEGURIDAD

ABS, EBD y ESP

Airbags front./lat. y de cabeza

Amort. adaptativa

Anclajes Isofix plazas tras.

Asistente arranque pte.

Asist. luz carretera

N-Tec

Asist. cambio carril/señales

N-Tec

Detector de fatiga

Tekna

Tracción ALL-Mode 4×4

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