Prueba del Nissan Leaf 2018

Con más de 300.000 unidades fabricadas, el Nissan Leaf es el coche eléctrico más vendido de la historia. Su segunda generación ofrece un diseño más convencional... junto con más autonomía y potencia.


La enorme asimetría entre las ventas de coches eléctricos y la expectación que suscita cada nuevo lanzamiento delata que existe una enorme masa de clientes potenciales a la espera de que llegue ese momento mágico en el que comprar un eléctrico resulte interesante de verdad. El nuevo Nissan Leaf parecía que podía marcar ese punto de inflexión. Por fin, llegaba una nueva generación del eléctrico más vendido… es decir, del mejor eléctrico según el veredicto del mercado. Y entonces, Nissan pinchó la burbuja presentando un nuevo Leaf, con ‘tan sólo’ 40 kWh de batería. ¿40 kWh? ¿Los mismos que un ‘vulgar’ Renault Zoe? ¿20 kWh menos que un Opel Ampera-e? Venga, hombre… ¡no! Y es que tienes que tener en cuenta que, en el mundo de los eléctricos, la capacidad de la batería, medida en kWh, es el equivalente a los CV del mundo ‘convencional’; una pura cuestión de orgullo y prestigio.

Sin embargo, eso no nos ha disuadido de viajar a Japón a probar la segunda generación del Leaf, un coche que podríamos describir como un intenso restyling del modelo precedente.

Más allá de la capacidad de la batería, lo cierto es que el nuevo Nissan Leaf tiene más potencia, un tacto al volante más natural -que le hace parecer más ligero- y ofrece una estética más elegante -o, tal vez, menos controvertida-. Es decir, tiene muchos argumentos para, cuando se presente a principios de 2018, seguir siendo el eléctrico más vendido. Además, Nissan ha asegurado que a finales de ese año llegará una versión con 60 kWh, suficientes para recorrer unos 400 kilómetros. Es cierto que habrá que esperar pero… ¿quién podría culpar a Nissan por guardarse algún as bajo la manga?

Nissan Leaf 2018: más convencional, en todos los sentidos

El nuevo Leaf se parece mucho más que el anterior a un coche ‘normal’, integrándose en la línea estética del resto de productos de Nissan, lo cual no es, en absoluto, una mala noticia. La estética de la primera generación estaba concebida para gritar a los cuatro vientos que se trataba de una auténtica rareza, ¡un coche eléctrico!

Un interior ‘en la media’: La habitabilidad y el maletero son correctos. La calidad de acabados está en la media de los fabricantes generalistas; por encima de los del Renault Zoe, casi en la línea de lo que ofrece un Hyundai Ioniq y por debajo de lo que encontramos en un Kia Soul.

Conectividad: De serie, contará con el sistema NissanConnect, que incluye una pantalla central de 7», Bluetooth, reproductor de CD/DVD, conexión USB y Apple Carplay. Además, Nissan está desarrollando una app para móvil que llegará a finales de 2018 y que permitirá controlar el vehículo a distancia para, por ejemplo, ajustar cosas como la carga o la climatización, recordar dónde has aparcado, abrir el coche a distancia, etc.

No es muy europeo: A bordo, la principal pega es la ausencia de regulación en profundidad de la columna de dirección, un defecto que Nissan debería haber resuelto en esta segunda generación. La instrumentación también ha cambiado de forma radical… y, aunque ahora incorpora una pantalla multifunción más grande, resulta mucho menos moderna, contando con un gran velocímetro analógico. Como ocurre en otros productos de Nissan, la disposición, aspecto y tacto de muchos mandos delata sus raíces japonesas y se encuentra un poco por debajo del ‘estándar europeo’.

Novedades mundiales: Cuando llegue a principios del año que viene, el Leaf ofrecerá algunas innovaciones muy interesantes… como, por ejemplo, el primer retrovisor interior 100% digital del mundo, que muestra una perspectiva gran angular de lo que ocurre detrás del vehículo creada a partir de las imágenes que captan tres cámaras. Los acabados superiores también contarán con control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril y asistente de atascos -tres funciones que Nissan engloba bajo el término PROPilot- y el primer asiste de aparcamiento del mundo que estaciona teniendo en cuenta las marcas pintadas en el asfalto. Además, en Europa el Nissan Leaf vendrá con un terminal de carga lenta de tipo Menekkes -el estándar europeo-, y uno de carga rápida tipo CHAdeMO -el estándar japones y, por ahora, el más extendido también en Europa, que permite cargar la batería en unos 40 minutos-.

Más información sobre el Nissan Leaf

Nissan Leaf 2018: conducción sencilla y confortable durante unos 275 km

Hemos probado la versión japonesa del Leaf que, además de llevar el volante a la derecha, se distingue de la variante europea por detalles como los acabados interiores, los tarados de suspensión y la puesta a punto de los sistemas de asistencia a la conducción.

Fácil de conducir: A la simplicidad de conducción de cualquier eléctrico, el Leaf añade una función denominada ePedal, y que permite conducirlo empleando sólo el pedal del acelerador ya que, a medida que dejamos de pisarlo, el coche se frena -con una deceleración máxima de 0,2g- hasta detenerse por completo con suavidad. Es confortable, aunque requiere algo de práctica -es desconectable-.

Buenas prestaciones: Los 150 CV garantizan que el Leaf acelera con bastante más soltura que su predecesor hasta alrededor de 100 km/h. Según el ordenador de a bordo, sus 40 kWh dan para recorrer 275 km en condiciones reales.

Cuánto cuesta cargarlo: En casa, el Leaf se podrá cargar hasta a 6,6 kW de potencia, por lo que en ‘llenar’ su batería se invertirán unas seis horas y costará entre un máximo de 6,5 euros y un mínimo de 2 euros, si se emplea una tarifa ‘supervalle’, equivalentes a un coste de entre 2,16 y 0,66€/100km.

Nissan Leaf 2018: bajo la chapa, pocos cambios

En el fondo, y aunque Nissan habla de ‘nuevo Leaf’, el chasis y la planta motriz no han sufrido cambios radicales. Incluso la carcasa exterior de la batería y el motor eléctrico son los mismos, aunque las nuevas celdas que monta en su interior ofrecen más capacidad y la electrónica encargada de alimentar el motor eléctrico se ha mejorado -los cambios afectan, sobre todo, al sistema de refrigeración líquida- para que ahora pueda entregar esos 150 CV de potencia máxima puntual. Lo que sí representa una novedad es la combinación de sistemas de asistencia a la conducción que constituye lo que Nissan llama PROPilot.

Los rivales del Nissan Leaf 2018

Desde su llegada, el Leaf ha sido el ‘superventas’ del segmento eléctrico. Su principal rival es el Hyundai Ioniq EV… con permiso del deseable BMW i3.

BMW i3

BMW i3 94AH

  • Potencia 170 CV (125 kW)
  • Vel. máx. 150 km/h
  • Batería 33 kWh
  • Tamaño 400 x 178 x 158 cm
  • Precio: 31.900 euros

Sus 170 CV, su ligereza y su aspecto peculiar convierten el BMW i3 en el mejor eléctrico premium compacto. Además, existe una versión REX.

  • Lo mejor: Prestaciones, agilidad, acabados.
  • Lo menos bueno: Poco equipamiento de serie; cambia en breve.

Hyundai Ioniq EV

Hyundai Ioniq EV

  • Potencia 120 CV (88 kW)
  • Vel. máx. 165 km/h
  • Batería 28 kWh
  • Tamaño 447 x 182 x 145 cm
  • Precio: 27.300 euros

Por fuera, por dentro es el eléctrico más parecido a un coche ‘normal’. Podría tener una batería más grande y mejores prestaciones.

  • Lo mejor: Habitabilidad, precio, confort.
  • Lo menos bueno: Prestaciones y batería algo pequeña.

Renault Zoe

Renault Zoe 40

  • Potencia 92 CV (68 kW)
  • Vel. máx. 135 km/h
  • Batería 41 kWh
  • Tamaño 408 x 173 x 156 cm
  • Precio: 26.885 euros

El Renault Zoe es el único rival con una batería de 41 kWh. Su motor de baja potencia limita su consumo, de forma que ofrece la máxima autonomía.

  • Lo mejor: Precio, confort, autonomía.
  • Lo menos bueno: Habitabilidad, acabados, prestaciones.

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