Las recientes inundaciones que por desgracia estamos viendo en Valencia nos muestran miles de coches cuyo estado es desastroso. Lo más probable es que muchos de ellos acaben directamente en el desguace.
Ahora bien, puede darse el caso de que tu coche se haya visto afectado de una manera mucho más liviana, y que el agua no haya llegado a arrastrarlo ni a cubrirlo completo. Pues bien, aunque te subas al coche y parezca que el agua no ha entrado en el interior, hay algo que no debes hacer jamás hasta cerciorarte de que no ha entrado agua en el motor: tratar de ponerlo en marcha.
Y es que debemos tener en cuenta que el agua tiene una facilidad pasmosa para colarse por cualquier lado, y basta con que parte del vano motor se haya visto sumergido para que esa agua haya entrado en el motor por los conductos de admisión o incluso en el cambio, por alguno de los respiraderos que tienen la caja.

El problema es doble. Primero, porque en caso de que haya entrado, el agua estará sucia y habrá metido también barro en el interior, un enemigo importante del metal. Y, segundo, porque si por ejemplo hay agua en el interior de los cilindros, lo más probable es que provoquemos una grave avería si tratamos de arrancar, pues el agua no se puede comprimir y, al intentarlo, acabaremos doblando alguna biela.
Además, ese agua sucia y con barro puede provocar grandes arañazos y daños entre las partes metálicas. Puede parecer poca cosa, pero te aseguro que un poco de barro en los engranajes de una caja de cambios o en las apartes internas del motor puede generar auténticos destrozos.
Por tanto, antes de arrancar el coche, es muy recomendable abrir el capó y buscar marcas de hasta dónde haya podido llegar el agua. Si tenemos indicios suficientes para sospechar que puede haber agua en el motor o incluso en el cambio, lo mejor es llamar a una grúa y llevar el coche a un taller sin ponerlo en marcha.
Allí podrán comprobar si efectivamente el agua ha entrado o no. Y, si así ha sido, también serán capaces de limpiarlo todo correctamente y sustituir el aceite para evitar males mayores.
Al mismo tiempo, podrán observar otros posibles problemas, como que parte del cableado se haya visto afectado, o que haya barro que pueda estar obstruyendo el radiador o las palas del ventilador, algo que también podría provocar un sobrecalentamiento del motor. Por tanto, si crees que el agua ha podido cubrir al menos más de la altura de mitad de una rueda, recuerda: ni se te ocurra tratar de arrancarlo y lleva el coche a un taller para verificarlo.
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