La cuestión es que al pobre se le nota que no da más de sí de motor. Lo han mirado en el taller. El turbo está a la presión que debe estar y me explican que no es conveniente incrementarla; aunque sí observan que, si se le da más paso a la bomba, se puede ganar algo más de brío. El tema radica no solo en que la velocidad punta está en torno a 120 km/h, sino que cuando se acerca un «repechito», el motor no da más de sí y baja a los 90 km/h, y todo ello con un consumo medio de 13,6 l/100 km. ¿Es esto normal? ¿Se le podría hacer algo más? ¿Con una toma elevada ganaría o perdería?
Ángel Belda, Sagunto (Valencia)Con sus 113 CV, al Discovery no le puedes pedir mucho más. Además, seguro que tiene un buen número de kilómetros y probablemente no se encuentre en su mejor momento. En cualquier caso, lo primero que queremos aclarar es que, si aumentas el caudal de la bomba de gasóleo, tienes que incrementar la cantidad de aire –es decir, aumentar la presión del turbo– para aprovechar el combustible.
Para disponer del máximo rendimiento de tu propulsor, lo mejor es realizar una revisión de la presión del turbo, lo que, al parecer, ya han hecho, así como una puesta al día de la bomba de inyección. Con esto se conseguirá llevar al motor a un nivel próximo al de serie. Si deseas más rendimiento, hay varias opciones. La más fácil y económica consiste en subir un par de décimas la presión de soplado del turbo y ajustar la bomba de inyección.
Este trabajo debe hacerlo un buen profesional para evitar que tire humo en exceso. Un inciso: en competición, a estos propulsores se les regula la presión del turbo por encima de 1,3 bares. El siguiente paso sería incorporar un intercooler de mayor tamaño. De este modo, el aire de admisión estará más refrigerado, tendrá más oxígeno, el motor responderá con más brío y se mostrará siempre dispuesto a tirar del vehículo. Su mayor rendimiento irá perfecto para tirar del nuevo desarrollo que generan los neumáticos que le has montado. En cualquier caso, si quieres sacar todo el rendimiento posible al motor sin elevar la presión del turbo más allá de valores razonables, lo mejor es instalar un turbo de geometría variable procedente del fabricante brasileño Internacional.
Con esta solución, mejora sustancialmente la potencia en baja; es decir, queda perfecto para salir al campo. Por otra parte, puedes añadir un vástago que modifique la ley de inyección en función de la presión del turbo. Esta operación también la puedes hacer con el turbo actual. Con estos cambios, la mecánica que tienes se transformará de forma radical. Una última alternativa es que sustituyas el motor actual por su versión brasileña, que dispone de casi 2,8 litros de cilindrada, 135 CV y más de 39 kgm de par a 1800 r.p.m. Soluciones hay; tú eliges.
