El Maserati Levante, un SUV de lujo lanzado al mercado a finales del año pasado, es ya de serie un coche con unas prestaciones propias de un deportivo, como ocurre con todos los modelos vendidos por el fabricante italiano. Sin embargo, el preparador alemán Novitec ha pensado que todavía podía dar más de sí y ha realizado sobre él una preparación que lo convierte en un automóvil de infarto, con un motor potenciado, una estética mucho más agresiva y unas cifras mejoradas; todo ello sin olvidar la ostentación que caracteriza al Levante convencional.
A pesar de haberlo mejorado, lo cierto es que la clase que tiene el Maserati Levante ha sido sustituida por los aditamentos estéticos aportados por Novitec. Para empezar, los paragolpes han sido modificados y se han añadido unas nuevas taloneras, un llamativo difusor trasero y un spoiler situado sobre la luneta. El kit es estético y aerodinámico, y le hace pasar de los 1,97 m de ancho hasta los 2,09 m. Además, cuenta con un capó específico, unos pasos de rueda más grande y unos neumáticos cuyas medidas son de 295/30 en el eje anterior y de 335/25 en el posterior.
A todo lo anterior hay que sumar unas llantas de aleación de 22 pulgadas y una altura libre con respecto al suelo reducida en 25 mm. Por su parte, sobre el exclusivo capó puede incorporar una toma de aire realizada en fibra de carbono que forma parte del equipamiento opcional junto al alerón trasero. Como colofón, su carrocería está decorada con una llamativa pintura bitono azul y negra que enfatiza su carácter deportivo.
Mientras tanto, su mecánica también ha sido modificada. De hecho, Novitec le ha metido mano tanto a la versión de gasolina como a la de gasóleo -ambos son bloques biturbo de 3.0 litros-. El primero entrega una potencia de hasta 494 CV y un par motor máximo de 660 Nm -acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos-; por su parte, el diésel desarrolla 322 CV de potencia y un par motor máximo de 680 Nm -de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos-.
