Según los datos que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT), sólo el año pasado se produjeron 324 accidentes en nuestras carreteras a causa de la niebla, en los que se registraron un total de 501 víctimas y 13 personas fallecidas. Y es que, más allá de la experiencia que tengamos al volante, conducir con niebla resulta bastante desagradable. Para minimizar el riesgo que supone este hecho, la DGT acaba de poner en marcha una nueva solución que probará durante los próximos meses en ciertos tramos en los que resulta habitual encontrar niebla.
Hablamos de un nuevo sistema de balizas luminosas inteligentes que permiten avisar al conductor de un vehículo si circula por delante de él otro vehículo, para así mantener la distancia de seguridad. Esta tecnología, pionera en Europa, se ha instalado en un tramo de la Autovía A-8, a su paso por el Concello de Mondoñedo (Lugo). En esta zona se suelen acumular con frecuencia grandes bancos de niebla densa que dificultan la visibilidad de los conductores
Este sistema funcionará junto al desvío automatizado que se instaló en este mismo tramo en 2016 y que permite redirigir la circulación de vehículos de la Autovía A-8 a la N-634 cuando las condiciones meteorológicas son adversas o en episodios de escasa visibilidad.
Durante la puesta en marcha de este sistema, Jorge Ordás, subdirector de Movilidad y Tecnología de la DGT, ha señalado lo siguiente: «El desvío automatizado nos ha ayudado a mejorar el tiempo de uso de la autovía cuando hay niebla intensa y tenemos que desviar la circulación, pero ahora queremos dar un paso más. Valiéndonos de la tecnología existente hemos diseñado un proyecto, pionero en Europa, innovador y económico que nos permite reducir al máximo el número de horas que la autovía tiene que estar cerrada por niebla y que supone una mejora significativa en la seguridad vial del tramo en cuestión».
Las balizas luminosas se han colocado cada 50 metros a ambos lados de la calzada. Todas ellas están situadas sobre un poste de 1,50 metros de altura y cuentan con dos ventanas luminosas, la de la parte inferior con leds ámbar y la superior con leds rojos. Las primeras delimitan el tramo conflictivo y advierten al conductor del camino que sigue la autovía y las segundas se encenderán cuando detecten el tránsito de otro vehículo. Una vez encendidas las balizas rojas, el vehículo que le precede podrá ver estas señales a una distancia aproximada de 100 metros.
Junto a las nuevas balizas inteligentes, también se ha colocado un panel vertical informativo que advierte a los conductores que van a atravesar un tramo en el que es posible encontrar niebla y se necesita guardar una distancia de seguridad mínima entre vehículos de entre dos de las balizas instaladas.
En el peor de los escenarios, cuando la niebla solo permite ver a menos de 40 metros y no se puede circular en condiciones seguras, se establece el nivel Negro y se corta la A-8 al tráfico, que se desvía a la N-634, alternativa a la autovía entre los kilómetros 536 y 552 en ambos sentidos.
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