El pistoletazo de salida de la temporada 2016 de Fórmula 1 ha servido a Bentley para presentar una edición especial del Continental GT denominada Black Speed. Su comercialización, limitada a tan solo 10 unidades, estará disponible únicamente en los países de Nueva Zelanda y China. Este modelo ha sido desarrollado y puesto a punto por la división de pedidos especiales de Bentley, Mulliner, por lo que combina el lujo más exquisito con una deportividad notable.
En cuanto a su aspecto exterior, el Bentley Continental GT Black Speed cuenta con una carrocería completamente oscurecida y pintada en negro, con algunos detalles en rojo en el paragolpes delantero, el difusor trasero y las taloneras. En consonancia con esto, tiene los pilotos traseros tintados, e incluye unas llantas de aleación de 21 pulgadas acabadas en negro brillante. Además, hereda los frenos carbocerámicos del Bentley Continental GT3.
Por otro lado, su habitáculo se mantiene en la misma línea, aunque dota al tono rojo de más protagonismo, pues está presente en el salpicadero, en la consola central, en forma de adornos para sus asientos deportivos de piel y en las costuras. De este modo, contrasta con el negro predominante. Incorpora también molduras fabricadas en aluminio, un reloj firmado por Breitling en la zona superior de la consola central y el logotipo ´Black Speed´ bordado en los reposacabezas.
Para terminar, bajo el capó, este Bentley Continental GT Black Speed instala un propulsor W12 que desarrolla 635 CV de potencia y 820 Nm de par motor máximo. Asociado a éste, este deportivo completa la aceleración de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y alcanza 331 km/h de velocidad punta, cifras destacables teniendo en cuenta el peso del vehículo: 2.395 kg. Los afortunados que quieran hacerse con uno tendrán que desembolsar entre 466.100 y 532.650 euros al cambio.
