Las normativas anticontaminación que desde el año 1988 se elaboran, obligan a los fabricantes de vehículos a incorporar sistemas capaces de reducir las emisiones contaminantes que producen efectos nocivos para la salud y el medio ambiente.
Uno de los sistemas que continuamente está siendo modificado debido a los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente que produce uno de sus componentes, es el de aire acondicionado.
El sistema de aire acondicionado o climatizador de los vehículos, necesita un gas para su funcionamiento capaz de cambiar de estado constantemente, de gas a líquido y de líquido a gas, por absorción de calor. Los gases que cumplen con estas características son el R12, R134a y el actual R1234YF.
Los primeros sistemas de aire acondicionado incorporaban como gas refrigerante el llamado Diclorodifluorometano (R12). El R12 se comercializaba como Freón-12, siendo un gas incoloro, que producía efectos dañinos sobre la capa de Ozono y era nocivo para la salud, siendo éste el principal motivo de haber sido sustituido.
El gas R134a llega al aire acondicionado
Posteriormente el gas R 12 fue sustituido por el Tetrafluoroethane denominado R134a. El gas R 134a, es un gas que no daña la capa de ozono y posee casi las mismas características en rendimiento y capacidad que el R12. Es estable tanto térmica como químicamente, es poco tóxico y no es inflamable.
Hay que destacar que para la conversión de gas R12 a R134a, los conectores de carga del circuito del gas R12 no valían para los conectores de carga del R134a y había que roscar unos conectores para poder enchufar las mangueras de la estación de carga del R134a.
El gas actual es el R1234yf
Hasta el 1 de enero del 2018 se utilizaba solamente el gas R134a, pero a partir de esta fecha, todos los vehículos nuevos incorporan el gas sustituto del R134a llamado comercialmente R1234yf.
El nuevo gas R1234yf, está diseñado solo para el uso de sistemas de aire acondicionado de automoción con unas características especificas, emitiendo menos gases de efecto invernadero a la atmósfera. La capacidad de enfriamiento y de eficiencia energética son idénticas a las del gas R134a y es un gas no tóxico.
Para poder cargar este tipo de gas en nuevos modelos de vehículos, se necesita una estación de carga especial, la cual no puede entrar en contacto con otro tipo de gases como el R134a, es decir, para vehículos que incorporan este tipo de gas ya no valen las estaciones de carga del R134a.
De momento, el suministro del gas R134a no va a terminarse, pero a medida que el parque automovilístico se vaya renovando, la demanda de este tipo de gas (R1234yf) irá aumentando.
El mayor inconveniente de este tipo de gas refrigerante es el precio. El precio de un kg ronda los 180 € más IVA y teniendo en cuenta que una carga media actual de un vehículo es de 500-550 gr, la recarga, más mano de obra, más otras operaciones en el sistema pueden costarnos entre 200 y 300 €, siendo notablemente más cara que la recarga de un sistema que incorpora gas R134a que ronda el kilogramo los 20 €.
[sf_btn type=»newsletter» txt=»¿Quieres recibir nuestra newsletter?Haz clic aquí» url=»https://news.luike.com/registro-autofacil-luike-news»]