Como te adelantamos en Autofácil.es hace muy pocos días, Renault acaba de anunciar la introducción de un nuevo propulsor de gasolina turboalimentado TCe de 1.3 litros en su gama de motorizaciones. Surgido fruto de las sinergias entre la alianza Renault-Nissan y Daimler, esta mecánica pasará muy pronto a formar parte en un primer momento de los modelos Scénic y Grand Scénic para ofrecerse progresivamente en otros coches de la marca del rombo.
Se trata de un bloque de cuatro cilindros que tiene una cilindrada exacta de 1.330 litros. Las potencias en las que se podrá elegir con el monovolumen francés serán en 115 CV, 140 CV y 160 CV. El de menos fuerza solo se podrá asociar a una caja de cambios manual de seis velocidades, mientras que los de 140 CV y 160 CV podrán ser ligados a esta misma caja manual o a una transmisión automática EDC de doble embrague. El par motor máximo entregado por cada configuración son, respectivamente, 220, 240 y 260 Nm.
Más par, menos consumo
Lo lógico sería que con el paso de los meses esta mecánica sustituyese al motor 1.2 TCe, que actualmente se ofrece con 115 CV y con 130 CV. La razón principal es que ofrece un mayor par motor a bajo régimen de vueltas y que tiene un rango de revoluciones aprovechable más amplio. A su vez, limita el consumo de combustible y las emisiones de CO2 gracias, entre otras cosas, al Bore Spray Coating, una tecnología de recubrimiento de cilindros procedente del Nissan GT-R que reduce las fricciones y que optimiza la conductividad térmica.
Por último, también dispone del sistema Dual Variable Timing Camshaft, que controla las válvulas de admisión y de escape en función de la demanda de potencia del motor. Debido a todo ello y a la cooperación entre las empresas, no está descartado que algunos modelos de acceso a gama de Mercedes-Benz instalen también este motor, el cual será fabricado en la planta de Valladolid.