Salto cualitativo en las dos motorizaciones turboalimantadas para el del nuevo Astra 2016. Los ingenieros de Opel se han puesto las pilas y han exprimido al máximo los conceptos de eficiencia, ligereza, rendimiento y sonoridad. Para ello se ha “intervenido” en elementos como el cárter, válvulas de inyección y cadena del kit distribución, incluso notaremos las mejoras en el precio cambio aceite, pues la densidad será para baja fricción.
La oferta del renovado compacto se abrirá con el 1.0 ECOTEC Turbo de 3 cilindros y 105 CV, y el que es nuestro protagonista: el nuevo 1.4 ECOTEC Turbo de 4 cilindros disponible con 125 y 145 CV de potencia máxima. Son datos que en la práctica se convertirán en una eficiencia de conducción muy optimizada, destacando dos aspectos muy importantes: la reducción de la rumorosidad y un importante ahorro de combustible.
Ya que esta nueva generación de motor Turbo pesa 10 kilos menos que su anterior generación, y el coche será más corto y bajo que el modelo actual, ya que estrena plataforma, el nuevo Astra presumirá de ser más ágil y económico, pues durante el desarrollo de la motorización se priorizó el ahorro de combustible como uno de los objetivos principales.
Aún no se han desvelado todos los datos oficiales, pero sí se ha adelantado que el Turbo con el sistema Start / Stop consumirá 4,9 litros a los 100 kilómetros en ciclo mixto (114 g / km de CO2). Por lo tanto, la marca alemana afirma que su nueva creación mecánica será capaz de superar a los motores de gasolina de dos litros incluso en rendimiento.
Estudiado pieza a pieza
El trabajo ha sido minucioso en cada elemento del bloque de aluminio, incorporando innovaciones en su disposición de los elementos y piezas. Podemos destacar que el cárter se ha dividido en dos, se ha protegido del ruido la integración de la cabeza del cilindro en el colector de escape, se ha diseñado un protector acústico en la cubierta de leva, las válvulas de inyección de alta presión se han desacoplado y la cadena del kit distribución se ha “recortado” para una mayor estabilidad en su funcionamiento.
Consecuentemente, también se ha intervenido en el cigüeñal, que lleva fundido hueco; y en la bomba de aceite, cuyo accionamiento con dos niveles de presión se realiza en baja fricción. Por lo tanto, el motor se ha diseñado para la utilización de aceites de baja fricción con un grado de viscosidad de 5W-30. Todas estas medidas aseguran un aprovechamiento óptimo del combustible.
El resultado de todo este trabajo saldrá de la planta de Opel en Flex Szentgotthárd, Hungría, que acaba de cesar la producción del anterior motor Turbo y es capaz de montar 600.000 motores al año.
La nueva joya técnica de Opel se acaba de presentar en un acto en el cual intervino Christian Müller, vicepresidente de GM Powertrain Engineering Europe. Asegura que «no se trata sólo de mejorar en cuestión de medio ambiente, también se trata de establecer nuevos estándares en confort de conducción». En el acto desarrollado en la planta de fabricación también asistieron Peter Christian Küspert, Vicepresidente de Ventas y Posventa de la marca, y Marc Schiff, director ejecutivo de Manufactura de Opel/Vauxhall Europa, así como miembros del gobierno húngaro.
