Recuerdo cuando apareció el Ford Mustang Mach-E. Lo crucificaron antes de que pudiese defenderse debido a su cuestionable osadía apropiándose de tan legendaria denominación. ¿Un Mustang SUV y encima eléctrico? Boh.
Sin embargo luego resultó ser bueno. Es un eléctrico agradable de usar, de notable autonomía y con cierta gracia en su conducción. Para mí haberlo llamado Mustang fue un error, pero si tuviese que elegir un coche eléctrico para mi garaje, probablemente sería un Mustang Mach-E. Si es en versión GT, mucho mejor.

Hablando de la versión GT, sobre ella Ford ha creado la versión Rally, la cual ya está disponible para la venta por 84.778 euros, lo que son algo más de 3.000 euros extra respecto al GT. Conserva de este los dos motores, que suman 487 CV, y la batería de 99 kWh (91 kWh netos), pero su configuración de chasis es diferente.
Lleva la misma suspensión adaptativa pero recalibrada y provista de muelles un poco más largos. Eso, unido a los neumáticos Michelin CrossClimate 2 en medida 235/55 R19, hacen que este Mustang vaya 20 mm más alto que el GT. Aun así, por si acaso, tanto el motor delantero como el trasero cuentan en los bajos con un carenado protector para evitar posibles impactos de piedras.

Estéticamente tiene paragolpes delantero específico, faldillas, protectores de aleta, un alerón tipo rally y unas preciosas llantas blancas también inspiradas en las de los coches de rally.
A nivel de conducción, además del mencionado calibraje específico de la suspensión MagneRide, hay un modo de conducción Rally Sport para conducción deportiva en tierra. Este programa aporta mayor permisividad ante el deslizamiento de los neumáticos retrasando la intervención de los controles electrónicos de estabilidad y tracción.

Como decíamos al principio, ya está a la venta por 84.778 euros. La verdad es que está bastante chulo, corre un montón (pasa de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos) y el rollo rally le otorga un aspecto distinto y una divertida usabilidad fuera del asfalto.
Ah, y la autonomía oficial, que se me había olvidado decirla, es de 510 km. Esta batería, por cierto, puede recargarse en corriente continua a potencias de hasta 150 kW, de modo que si lo enchufas a un cargador que suministre dicha potencia, podrías tenerlo casi lleno en poco más de media hora.
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