¿Es el nuevo Suzuki Jimny mejor que el anterior?

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Para saber si realmente el nuevo Suzuki Jimny es mejor o peor que su antecesor, vamos a intentar «despiezarlo» virtualmente. Así, vamos a comenzar por su estructura, continuaremos por toda la cadena cinemática, seguiremos con el habitáculo, el equipamiento y acabaremos por la más subjetiva parte comercial. Hemos decidido adjudicar un 10 al ganador de cada apartado, mientras que el perdedor recibirá una nota inferior, sobre esa base 10 y siempre en proporción con su desventaja. Vamos al lío.

Chasis. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 8

En ambos casos se parte de un chasis de largueros y travesaños, y de hecho el del nuevo modelo es una evolución en la que se han incorporado dos travesaños en forma de X en la zona central y otros dos travesaños en la parte trasera. El objetivo es lograr una mayor rigidez torsional (1,5 veces superior, en este caso), lo que supone todo un cambio de filosofía.

Antiguamente, se entendía que la elasticidad del bastidor de largueros proporcionaba una ventaja de cara a la motricidad en campo. Hoy las prioridades han cambiado, y es preferible renunciar a algún centímetro extra de «acercamiento» de las ruedas al terreno en situaciones trialeras a cambio de mejorar el comportamiento en el resto de situaciones. Además, los travesaños cruzados contribuyen a mantener la integridad del habitáculo en caso de colisión lateral.

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Motor. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 10

Los dos Jimny recurren a un motor longitudinal de gasolina, de cuatro cilindros y alimentación atmosférica. El del nuevo Jimny entrega 102 CV y 130 Nm, mientras que el anterior se conformaba con 85 CV y 110 Nm, lo que supone un 20 % y un 18 % extra de potencia y par, respectivamente. Pero aún más importante es la manera de entregar la potencia. El motor anterior era mucho más puntiagudo, mientras que el actual es claramente más elástico y está «más lleno» en las inmediaciones del ralentí.

Para ser justos, hay que recordar que el motor diésel 1.5 de Renault estuvo a la venta en el antiguo Jimny entre 2004 y 2011. Inicialmente ofrecía unos escasos 65 CV y 160 Nm, pero desde diciembre de 2005 entregaba 86 CV y 200 Nm desde solamente 1.900 r.p.m. Si tuviéramos que elegir un ganador, sería este propulsor, aunque como solamente se comercializó durante una cuarta parte del ciclo vital del antiguo Jimny, entendemos que lo más justo es hablar de un empate

Transmisión. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 9,5

El par motor pasa del propulsor a una caja de cambios manual de pares de engranajes, con cinco velocidades, o una automática de engranajes planetarios, de cuatro relaciones. Aquí hay empate, ya que las cajas son esencialmente idénticas. A la salida del cambio se instala una caja tránsfer sin diferencial que envía el par al tren trasero de forma permanente y conecta, manual y secuencialmente, el acoplamiento del tren delantero (mediante un embrague de garras) y la reductora, que en ambos casos cuenta con el mismo valor de desmultiplicación: 2,002:1.

Fotos del Suzuki Jimny (1998-2018)

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El nuevo Jimny dispone de un mando mecánico (una segunda palanca) para manejar la tránsfer, sistema que se empleó en el viejo Jimny entre 1998 y 2003. El viejo Jimny empleaba un accionamiento electromecánico con pulsadores, un sistema que libera espacio en el habitáculo pero añade una complejidad mecánica innecesaria en un auténtico todoterreno puro. También juega a favor del nuevo Jimny la mayor oferta de la caja automática, que en el anterior modelo solamente estuvo disponible en España de manera puntual. De cara al uso fuera del asfalto, la caja automática es preferible, especialmente sobre las dunas, como pudimos comprobar hace unos meses en esta ruta por Marruecos.

Suspensiones. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 7,5

Dos ejes rígidos guiados por sendos brazos longitudinales y la barra Panhard de control transversal son la receta común a los dos Jimny. Pero el nuevo modelo es claramente superior. Ahora las cañoneras de los ejes y las tapas de los diferenciales están fabricadas en acero de alto límite elástico, con un diámetro de 70 milímetros y una sección de 4,5 milímetros, frente a 65 mm y 3,5 mm, respectivamente, en el anterior modelo. Las vías son, además, cuatro centímetros más anchas, lo que repercute positivamente en la estabilidad del vehículo y en el ángulo de inclinación lateral en situaciones de todoterreno.

Seguridad y frenos. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 6

Frenos delanteros de disco y traseros de tambor son similares en ambas generaciones, si bien el viejo Jimny nació sin ABS, sistema de seguridad que incorporó en 2004. Lo que nunca llegó a tener es control de estabilidad, crucial en un vehículo alto, estrecho y de tracción trasera, elemento que es de serie en el nuevo modelo, junto con un sistema de control de tracción que también permite avanzar en situaciones todoterreno de cruce de puentes, en las cuales una rueda de un eje y su opuesta del otro eje quedan en el aire, situaciones que en el anterior modelo suponían un problema.

Habitabilidad. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 10

Lo cierto es que el espacio interior es similar. Se ha ganado amplitud en las plazas traseras a costa de perder maletero, que pasa de 113 a 85 litros. Nosotros preferimos la actual configuración, en la que casi todo el volumen del habitáculo se reparte entre los ocupantes. Eso sí, si necesitamos llevar una simple maleta de cabina, necesitaremos abatir al menos una plaza en ambos casos.

Equipamiento. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 8

El nuevo modelo ha incorporado algunos equipamientos realmente interesantes que el antiguo Jimny no podía tener. Los faros LED, por ejemplo, suponen un avance crucial frente a los halógenos de la anterior generación. También es importante la incorporación de un equipo multi-media con navegador. Otros equipamientos útiles aunque más prescindibles son los asientos calefactables, el control de presión de los neumáticos, el asistente de arranque en cuestas, el control de velocidad de crucero, el climatizador y la conectividad con Apple CarPlay y Android Auto.

Precio. Nuevo Jimny: 9; viejo Jimny: 10

En el momento del lanzamiento, el Suzuki Jimny más barato costaba, en 1998, algo más de 12.000 euros, equivalentes hoy a unos 18.500 euros, según el Instituto Nacional de Estadística. Teniendo en cuenta que el nuevo modelo es más potente, está más equipado y mejora al anterior en casi todos los aspectos, entendemos que el precio actual (19.500 euros), es más que razonable, y eso a pesar de que ha aumentado 2.500 euros respecto a la tarifa de lanzamiento, que era un auténtico regalo.

Valoración final. Nuevo Jimny: 10; viejo Jimny: 8,7

Sumando todos los apartados, el nuevo Jimny obtiene 79 puntos, mientras que el viejo Jimny alcanza los 69 puntos. En base 10, esto significa que el nuevo Jimny es, obviamente, el ganador y que el anterior modelo logra 8,7 puntos. Evidentemente, esto no es más que un juego, y en realidad cada usuario dará una mayor o menor importancia a cada apartado. Lo que está claro es que el mercado necesita modelos como el Suzuki Jimny, cuya demanda ha superado todas las expectativas de Suzuki.