El Omoda 5 es un SUV de 4,40 metros de largo, 1,82 metros de ancho y 1,59 metros de alto, por lo que se cataloga como uno de los SUV más compactos entre los SUV compactos. Si te resulta un poco desconcertante de lo que hablo, ayer mismo te contábamos de dónde sale esta marca nueva.
A nivel de habitabilidad, eso tiene sus consecuencias directas. Pueden viajar cuatro adultos sin estrecheces, pero en ninguna cota el Omoda 5 brilla. Es más, en algunas, como en la altura disponible, es peor que casi cualquier rival del segmento SUV-C en el que puedas pensar.

Lo mismo sucede con el maletero: con 360 litros se queda muy por detrás de la media, aunque en su defensa hay que decir que bajo él hay una rueda de repuesto de emergencia que muchos agradecerán, yo entre ellos.
Es quizá en las plazas traseras donde yo veo mayor pega, pues el guarnecido del arco lateral de la carrocería queda demasiado cerca de la cabeza de personas que midan a partir de 1,75 metros de altura. Pero bueno, digamos que el espacio interior no es el punto fuerte del Omoda 5. Veamos si lo compensa puntuando mejor en otros apartados.

Calidad. Como decía al principio, la primera impresión es bastante buena. Se ve bien hecho. Luego, sin embargo, sí vas descubriendo detalles que empeoran esa primera impresión, como que la estructura de la pantalla central cruje bastante o que los botones del volante son táctiles, como también los del climatizador.
Hablando de pantallas, por cierto, hay dos contiguas de 10,25” cada una. Su resolución es correcta y el software no es muy lioso, aunque podría ser más rápido en su respuesta.

También tiene algunas cosas raras, como esa manía que tienen algunos fabricantes chinos de marcar las revoluciones del motor de forma digital en el centro del tacómetro o la horrible traducción al español de determinados menús, algo también bastante común en estos nuevos fabricantes.
Sin embargo, botones mecánicos, palancas o plásticos, que esencialmente son duros, no dan aspecto de barato o cutre, como tampoco el cuero sintético de la tapicería, que es de serie en los también de serie asientos deportivos.

Curiosa, a la par de con sentido, me ha parecido la solución de colocar un doble cargador inalámbrico de smartphone en medio de la consola y en posición inclinada, pues te permite visualizar la pantalla del teléfono sin necesidad de tener un soporte. Aunque sí, por supuesto, el software multimedia es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
También hay un control por voz, que puedes accionar tanto tocando una superficie concreta en la pantalla central como pronunciando “Hola Omoda”. Según pude probar, funciona bastante bien, de hecho, mejor que en algunos coches europeos con los que me he topado. Puedes darle órdenes claras y sencillas como “abre el techo” y las ejecutará casi al instante.

Ya que sacamos el techo solar a colación, ese es uno de los equipamientos exclusivos de la terminación Premium, que es la más equipada y la que quedará sensiblemente por debajo de 30.000 euros.
Este Omoda 5 Premium también lleva cámaras 360º, climatizador bizona, equipo de sonido Sony con ocho altavoces, portón de maletero eléctrico, retrovisor con cámara, faros antiniebla luces de carretera automáticas y luz de cortesía adicional en la parte trasera.

El Omoda 5 Comfort tampoco es que traiga pocas cosas, de hecho, si por precio acabase existiendo una importante diferenciación con el Premium, probablemente sea el más aconsejable.
Ya lleva llantas de 18”, faros de led, arranque por botón, aire acondicionado, cámara trasera, la doble pantalla antes mencionada, 7 airbags, sensores de aparcamiento delante y detrás, ventilación y calefacción en los asientos (eléctricos y de piel sintética), dos tomas USB delante (una de ellas de tipo C) y una detrás y todos los típicos asistentes a la conducción.

Esos sistemas ADAS, por cierto… antes de pasar a la prueba dinámica, ya te puedo adelantar que aquí sí que encuentro una molesta pega. No porque funcionen mal, sino por lo ‘pesados’ que son. La conducción en el Omoda 5 es una feria de pitidos e intervenciones sobre el volante que continuamente te alertan y corrigen si no conduces despacio y estrictamente por tu sitio.
¿Los puedes desconectar? Sí, pero no de manera cómoda ni rápida. Tienes que irte a la pantalla central e ir desconectando uno por uno dándole además a “confirmar” a un mensaje que te pregunta si estás seguro de lo que estás haciendo. Vamos, que al final echas diez o doce segundos en quitar todo cada vez que pongas en marcha el coche, porque los ADAS se rearman cuando lo apagas.

Así que bueno, en términos generales, el interior Omoda 5 creo que merece de nota un 5/10, de modo que se puede considerar correcto. Es normalito por calidad, mejorable en habitabilidad y maletero, incluye un amplio equipamiento de serie y los asientos son cómodos. Si consideramos el presumiblemente bajo precio que tendrá, está bien. Venga, pulsemos el botón de arranque a ver qué tal funciona esto…
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