Se trata de un modelo completamente futurista, ya que, por ejemplo, no incluye tiradores en las puertas, que se abren mediante un sistema táctil. Asimismo, los espejos retrovisores exteriores han sido sustituidos por cámaras alojadas en los pasos de rueda. Lo cierto es que no parecen adelantos inviables para un coche de producción de estas características, por lo que en caso de llegar a fabricarse en serie podría incluirlos.
No obstante, el aspecto más llamativo es su imagen exterior y, concretamente, la línea roja que recorre prácticamente todo el marco superior de las ventanillas delanteras para acabar desembocando en las aletas delanteras, contagiando su color a las ruedas y parte de las llantas del eje delantero. Sus formas son suaves y redondeadas, con un capó muy largo y un habitáculo retrasado; así, su carrocería no se extiende más allá del eje trasero.
Mecánicamente, su motor puede no parecer demasiado, ya que se trata de un propulsor de 1 litro que desarrolla 143 CV de potencia y un par motor máximo de 205 Nm. Sin embargo, su peso es de 1.000 kg, y su tracción es trasera, credenciales suficientes para ofrecer un comportamiento deportivo. Así, alcanza los 100 km/h en 8 segundos desde parado y llega a una velocidad máxima de 215 km/h.