Pasamos un día con Pol Espargaró

Se considera candidato al título 2012. Sabe que tiene moto, equipo y talento para conseguirlo. Es piloto agresivo y peleón, pero sabe que la regularidad en el podio es su mejor aliada para lograrlo. Pol Espargaró está preparado para la larga distancia. Su primer triunfo en Moto2, conseguido en Jerez, y la electrizante carrera de […]


Pol Espargaró

Se considera candidato al título 2012. Sabe que tiene moto, equipo y talento para conseguirlo. Es piloto agresivo y peleón, pero sabe que la regularidad en el podio es su mejor aliada para lograrlo. Pol Espargaró está preparado para la larga distancia.

Su primer triunfo en Moto2, conseguido en Jerez, y la electrizante carrera de Estoril abren nuevos horizontes al campeonato de Moto2. Hitos que se antojan como punto de inflexión a su mal debut en la clase intermedia, aunque Pol va más allá para fechar su despegue con las 600 de 4T, motos a las que no le fue fácil adaptarse el pasado año. Se considera candidato al título a pesar del favorito Marc Márquez, de quien habla y analiza sin ambages. También desmenuza el apoyo que recibe en el Team Pons y el salto cualitativo que le ha supuesto entrar en la formación del doble campeón mundial, y contar con los auspicios del prestigiado técnico Santi Mulero.

Ya has conseguido ganar en Moto2. ¿Cómo lo saboreas?

Bien, porque hacía mucho tiempo que estábamos trabajando esta victoria, pero en una categoría con tanto nivel es complicado ganar.

¿Cómo gestionaste aquella carrera de Jerez complicada por la lluvia?

Estuve en la cola del grupo delantero con la intención de guardar los neumáticos lo máximo posible, porque cuando un grupo de pilotos estamos luchando por ganar una carrera es muy importante llegar a las dos o tres últimas vueltas con más goma que los demás. El que llega con los neumáticos en mejor estado, normalmente es el que gana.

Con la lluvia te pusiste en cabeza; ¿por qué esta reacción?

Cuando empezó a llover sabía que tarde o temprano pararían la carrera y cuando empezó a llover más fuerte me dije que tenía que adelantarlos antes de que sacaran la bandera roja para terminar lo más arriba posible.

Pero Márquez te volvió a adelantar.

Sí, cuando llovió más fuerte me pasó. La pista estaba muy resbaladiza, no tenía nada de «grip», era arriesgado forzar y pensé que asegurar el segundo lugar eran veinte puntos, y si intentaba ganar me jugaba la caída y no puntuar. Cuando vi que Marc se escapaba lo di por perdido y dije ¡adiós!

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