
A las cinco de la tarde del 10 de enero, fuimos a recoger el vehículo y, como no arrancaba, tuvimos que llamar a una grúa de mi aseguradora, que depositó mi 807 en su base, situada en Alcalá de Henares, donde permaneció hasta el martes 13 de enero, fecha en la que lo trasladaron al servicio oficial. Allí me comunicaron que el perito de la compañía que cubre la extensión de garantía -Aon y Carvajal- había determinado que tenía una avería en la admisión y escape del motor originada por la nieve y la helada que se produjo durante el tiempo en el que el coche estuvo a la intemperie… y que, por esa razón, consideraban que no debían hacerse cargo del coste de la reparación, que asciende a nada menos que 1.485,27 euros.
No estoy de acuerdo con la relación directa de causa-efecto entre las bajas temperaturas y la avería producida -la capa de nieve no llegó a los 15 cm, el termómetro no bajó de los -8ºC y mi 807 en absoluto sufrió una inundación-; si el agua ha entrado en el motor será por algún problema de diseño relacionado con su evacuación.
¿Qué puedo hacer?
Qué dice la marca
Peugeot nos ha informado que Lorenzo tiene firmado un contrato de Seguridad Plus, que excluye los daños provocados por elementos externos al propio vehículo, como fue la entrada de agua en el motor tras el deshielo producido en las fuertes nevadas del pasado mes de enero. Aún así, como atención comercial, la marca le abonará 393 euros, que corresponden al total del importe de los materiales de la reparación, excepto la batería, por ser un elemento de mantenimiento.