A nivel técnico, la nueva configuración mecánica de altas prestaciones de la firma del león se basa en un motor gasolina V6 biturbo de 2.6 litros capaz de entregar 680 CV sobre el tren trasero. Este bloque está asociado a una transmisión secuencial robotizada de siete velocidades con levas sobre el volante. Siguiendo las directrices marcadas por el reglamento del WEC, el bloque de combustión térmico trabaja junto a un segundo motor-generador eléctrico situado sobre el eje delantero que rinde 200 kW (272 CV) proporcionando tracción integral al coche. En conjunto, el esquema mecánico refleja un peso de 165 kg.
Cumpliendo con las reglas marcadas para el sistema de propulsión de los prototipos pertenecientes a la categoría Hypercar del WEC, el motor eléctrico del nuevo Peugeot Hybrid4 500kW se accionará una vez que las ruedas delanteras superen los 120 km/h. Cuando esto suceda, el motor de gasolina limita su entrega de potencia hasta un máximo de 408 CV en función de la energía de la que se disponga.
La unidad eléctrica estará acoplada a un reductor de alto rendimiento y a un inversor que transferirá la potencia de la batería al motor. Será capaz de utilizar de manera instantánea toda la energía puesta a disposición por la batería gracias al software que gestionará las estrategias energéticas de la cadena de tracción. Para el desarrollo del sistema electrónico encargado de gestionar la energía, Peugeot se servirá de la experiencia adquirida en los últimos años por PSA Motorsport en las carreras del WRC y la Fórmula E.
El paquete de baterías ha sido desarrollado junto a Total, socio histórico de la marca en el mundo de la competición. Está ubicado en una estructura de carbono que se encuentra bajo el depósito de combustible, tras el puesto de conducción y dentro de la estructura monocasco del coche. Al igual que en un Fórmula 1 o un LMP1, el sistema de frenos es de tipo ‘Brake-by-wire‘. Desde el interior de la cabina, el piloto podrá gestionar la frenada regenerativa para jugar con el nivel de energía disponible.