Cuando se trata de persecuciones por carretera, la policía suele emplear modelos de altas prestaciones modificados específicamente para este tipo de tareas. Algunos ejemplos extremos los tenemos en Dubái, con un Bugatti Veyron empleado como coche de persecución, entre muchos otros. Sin embargo, lo que acaba de hacer la policía de Miami, en Estados Unidos, supera cualquier ejemplo anterior. Se trata de las zonas más lujosas del planeta y las fuerzas del orden han decidido que deben patrullar en consecuencia… ¡a los mandos de un Rolls Royce Ghost!
Se trata de unos de los modelos más exclusivos de la firma británica y tiene un precio de más de 300.000 euros. Un vehículo que servirá para patrullar las calles del entorno de Miami Beach. Tras conocerse la noticia, las redes sociales se han puesto al rojo vivo tras una decisión muy polémica por varios motivos. El principal es el precio, aunque también porque un Rolls Royce Ghost no es el vehículo más indicado para las tareas policiales.
Mecánicamente, el Ghost confía en un bloque V12 de 6.6 litros con doble turbocompresor con el que desarrolla una potencia de 571 CV y un par máximo de 850 Nm. A través de una caja de cambios automática de ocho velocidades, el Rolls Royce Ghost puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, mientras que su techo de velocidad es de 250 km/h. Evidentemente, la unidad para la policía ha sido preparada con un paquete de luces adicional, además del diseño propio de la policía de Miami, entre otras cosa.
La policía de Miami aclara la situación de su Rolls Royce Ghost
Ante el aluvión de críticas en redes sociales, la policía de Miami indicó que todo se trata de una acción promocional de un concesionario de coches de lujo de la zona –Braman Miami-. Este lo ha cedido temporalmente a la policía de la ciudad como maniobra publicitaria para darse a conocer.
Y es que lo cierto es que cuesta creer persecuciones a los mandos de un vehículo de estas características. Más aún detener a sospechosos en su lujoso interior con asientos con masaje o incluso un compartimento para guardar botellas de champán.
Una de las últimas iteraciones se puede ver en el Rolls Royce Ghost Prism o el Ghost Black Badge. Este último, además de cambios en el interior que aumentan todavía el lujo, ha potenciado su bloque V12 para rendir una potencia de 600 CV y nada menos que 900 Nm de par.
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