Este Porsche 356 de 1956 con orugas es la loca idea del explorador extremo Kieron Bradley y la piloto, aventurera y filántropa Renee Brinkerhoff. Su objetivo no es otro que cruzar la Antártida en un recorrido de 356 millas (573 km). Y, por si esto fuera poco, sus responsables pretenden, además, batir el récord de velocidad sobre el hielo de la Antártida, donde, todo sea dicho, no existen más límites de velocidad que los que impone el propio terreno.
Para lograr sus objetivos, la preparación, llevada a cabo por el especialista británico Tuthill Porsche, permite a este Porsche sobre orugas ofrecer 24 veces más sustentación que si circulara con neumáticos convencionales, y dos veces más que cualquier 4×4 equipado con gigantescas ruedas de 42”. Además, se han eliminado los faros (habrá 24 horas de luz solar durante la expedición), y se han instalado paneles solares y una luna trasera practicable para una eventual salida de emergencia en el supuesto de que el vehículo se hundiera o quedará atrapado en alguna grieta oculta, uno de los grandes peligros de circular por la superficie del helado continente.
Un Porsche 356 para correr en todos los continentes
Y, ¿por qué la Antártida? Sencillamente, porque los responsables del proyecto ya habían corrido con un Porsche 356 en los demás continentes, en la Carrera Panamericana (2017), la Targa Tasmania (2018), el rally Caminos del Inca (2018), el raid Pekin to Paris y el East Africa Safari Classic (2019).
A falta de encontrar un rally en la Antártida, el equipo decidió dar forma a su propio desafío y bautizarlo como Anctartica Ice Challenge. Para acometerlo, el Porsche 356 ha sido sometido a una profunda transformación y está previsto que el desafío se desarrolle durante este invierno. ¿Crees que lo conseguirán? Cuéntanos qué opinas en nuestras redes sociales.
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