Porsche gana tras el final más cruel en la historia de las 24 horas de Le Mans
La marca alemana repite victoria tras un final de pesadilla para Toyota, que vio como su coche número 5 tuvo que abandonar, por una avería mecánica, a falta de seis minutos para el final y cuando ya tenían encaminada la victoria.
La 84 edición de las 24 horas de Le Mans, en las que ha estado presente Autofácil –aquí puedes ver todas las fotos-, ha resultado ser la más injusta, deportivamente hablando, de la historia. Toyota, que con su coche número 5, conducido por Sebastien Buemi, Kazumi Nakajima y Anthony Davidson, había dominado casi la totalidad de la prueba, aunque siempre con la vigilancia de cerca del Porsche número 2, en el que se turnaron al volante Romain Dumas, Neel Jani y Marc Lieb, afrontaba los últimos diez minutos de la legendaria prueba con un minuto y medio de distancia con respecto al coche de la marca alemana. Una distancia suficiente como para pensar que Toyota se iba a alzar con una victoria histórica. Pero la crueldad iba a hacer acto de presencia en Le Mans. Lo hizo en forma de avería cuando el cronómetro indicaba que solo restaban seis minutos para la finalización de la prueba. Dos únicas vueltas en la que el Toyota tenía que aguantar en pista y que acabaron siendo una pesadilla para todo el equipo japonés y para Kazuki Nakajima, que tuvo que parar su monoplaza y vio como la victoria final iba a pasar a dominio del Porsche número 2.
23 horas y 54 minutos dominando sin problemas -el Porsche ganador llego a estrellarse y tuvo que ser reparado- y, a falta de seis minutos, dos vueltas, pierde la carrera por la que llevaban soñando años. Un mazazo espectacular que ya quedará como una de las grandes injusticias del mundo del deporte del motor.
Nakajima, piloto que sufrió la avería en el Toyota, pudo regresar a pista para intentar completar la prueba y poder subir al podio, pero su lentitud en completar la vuelta le hizo desaparecer de las pantallas de tiempos y quedar eliminado de la clasificación. Tras esta circunstancia, el Toyota número 6 subió al segundo puesto y permitió al equipo Audi, tercero, conservar su récord de estar siempre en el podio desde su debut en Le Mans en 1999.