Con este sistema PowerTrekk fabrica este original cargador de móvil (o del dispositivo que quieras, claro) que no necesita enchufarse para generar corriente. Está compuesto de dos partes. La superior, de color verde, es una batería que también puede conectarse a un cargador normal y almacenar electricidad, al estilo de las baterías adicionales externas, tan de moda ahora para recargar móviles.
Pero si no tienes posibilidad de recargar esa batería, en la parte inferior del aparato, de color negro, está la originalidad del PowerTrekk: lo llenas de agua, pones una «lata» que contiene los reactivos y generará electricidad suficiente para cargar lo que quieras. Si necesitas más carga, cambias esa lata, más agua (cada carga de agua es de unos 15 ml, una cucharada sopera) y a seguir. Puede emplear cualquier clase de agua; no necesita agua «pura y cristalina». Aguas residuales, del grifo e incluso cualquier bebida que contenga agua provocará la reacción que inicia el proceso. Cada lata de reactivos (ellos los llaman «pucks», discos) vale para un proceso de carga.El PowerTrekk cuesta desde 129€ la versión más barata, 149 si quieres la versión mejorada 2.0. Los «pucks» necesarios de los que precisarás alguno más de los que vienen con el aparato (1 ó 3, depende del modelo) te los venden en un mínimo de 9 unidades, por 45€, lo que hace un coste de 5€ por carga. No es barato, pero si original y ecológico.
La batería es de 1.500mAh y cada «puck» recarga el equivalente a 1.200mAh. La salida de la batería es de 5W y en modo «pila de combustible» es de 2,5W. Por ahora son cifras escasas para pensar en la aplicación en coches, pero, fabricando al tamaño adecuado, ¿podríamos tener coches que funcionasen con agua en un depósito, sales y arena en otro? Al menos la recarga parece más rápida.
