Según el Consejero Delegado de Lancia, Oliver François, no está prevista la aparición de una versión de tres puertas -puesto que el 75% de los urbanos que se venden en Europa tienen carrocería de cinco puertas-.En el apartado mecánico, el Lancia Ypsilon -que en Reino Unido e Irlanda se venderá como Chrysler Ypsilon-, está desarrollado de una evolución de la plataforma del Fiat Punto EVO, mejorada gracias a una mayor utilización de materiales de alta resistencia. En cuanto a los motores, la gama se compone por dos mecánicas de gasolina: el conocido bloque 1.2 Fire de 69 CV y el novedoso 0.9 TwinAir de 85 CV -disponible con cambio manual o la caja automática DFN; ambas con cinco velocidades-. Por su parte, en diesel la única opción disponible será el propulsor 1.3 MTJ II de 95 CV con cambio manual de cinco marchas. Se puede elegir en acabados Plata, Oro y Platino. Hasta finales de junio se desconocen los precios definitivos; aunque se sabe que partirá de 12.400 euros y que, de media, será unos 1.500 euros más caro que el modelo actual
Por dentro: bien por calidad, regular por espacio
El interior del Ypsilon destaca por contar con una postura de conducción elevada que hace que la visibilidad sea muy buena, una instrumentación en posición central -hay que apartar la vista de la carretera para consultarla- y una palanca de cambio ubicada en la parte baja de la consola central. En cuanto a la calidad, es correcta para tratarse de un urbano, con plásticos blandos en el salpicadero y duros en el resto del interior; aunque bien tratados y con ajustes correctos. Su mayores inconvenientes son que el asiento del pasajero no tiene regulación en altura y que la altura en las plazas traseras es escasa. En ambos casos los pasajeros de más de 1,80 metros rozarán con la cabeza en el techo.
El maletero con 245 litros es correcto sin más.
Una novedad es que las unidades equipadas con sistema de navegación ofrecerán consejos al conductor para ahorrar combustible e, incluso, mostrarán los datos del ordenador de a bordo en la pantalla del navegador.
En marcha: cómodo, estable y silencioso
El Ypsilon es ante todo un urbano pensado para cuidar a sus ocupantes: la insonorización es muy buena y las suspensiones filtran muy bien irregularidades del asfalto y, además, consiguen que la carrocería no balancee demasiado. En lo que a la dirección respecta, tiene un tacto suave que la hace perfecta para ciudad; aunque resulta blanda al circular por autopista.
El motor diesel 1.3 MTJ II, en general, tiene un funcionamiento más redondo que en un Fiat Punto EVO. Es más silencioso, arranca desde parado con mayor agilidad -a esto también ayuda que el peso de esta versión es de sólo 1.125 kilos- y ofrece algo más de empuje por debajo de 2.000 rpm. El consumo, pese a que nuestro recorrido era eminentemente urbano, al final de la ruta se quedó por debajo de los 7 l/100 km; cifra muy correcta. Por su parte, el Stop/Start -dispositivo que apaga el motor el los semáforos o atascos para ahorrar combustible- es suave y razonablemente rápido… aunque en un par de ocasiones no arrancó el motor cuando debía hacerlo.
En cuanto a la versión 0.9 Twin Air; equipa un motor gasolina 0.9 turbo con dos cilindros y 85 CV. Al ralentí se perciben las vibraciones típicas de motores de sólo dos cilindros y tiene un sonido peculiar… Sin embargo, pese a su escasa cilindrada se trata de una mecánica sorprendente por cómo gana velocidad -acelera de 0 a 100 km/h en 11,9 segundos y alcanza 176 km/h-. Eso sí, los 4,2 l/100 km de consumo que declara Lancia son demasiado optimistas.
En el apartado técnico, el gadget más destacable es el sistema de estacionamiento Magic Parking; capaz de aparcar por sí sólo en línea el vehículo -el conductor deberá manejar los pedales y el cambio- en huecos de al menos 4,60 metros de largo.