Probamos el VW Beetle 1.6 TDI, el diesel de acceso

Es inconfundible. Todo el mundo lo conoce. Y, aún así, sigue llamando la atención. El nuevo Beetle es el coche de diseño de VW, la alternativa a otros modelos ‘retro’ pero convenientemente actualizados, como el Mini o el Mercedes SLS… y, dentro de la gama del fabricante alemán, una opción lúdica, desenfadada y original al […]


Es inconfundible. Todo el mundo lo conoce. Y, aún así, sigue llamando la atención. El nuevo Beetle es el coche de diseño de VW, la alternativa a otros modelos ‘retro’ pero convenientemente actualizados, como el Mini o el Mercedes SLS… y, dentro de la gama del fabricante alemán, una opción lúdica, desenfadada y original al serio Golf. Que sea mejor que su popular hermano… ya es otra cosa. Pero hay que dejarlo para cuando llegue el momento de las conclusiones.

Del diseño del Beetle poco hay que decir; reconocible a la legua, único, simpático, mítico… el estilo del VW es, posiblemente, su mayor punto fuerte. Es decir, el hecho de ser así y no de otra manera es el principal motivo de comprar para adquirir este coche. Y el hecho de que recuerde al modelo original de hace 80 años también es una de sus virtudes. Disponible con tres puertas -el año que viene se sumará una versión descapotable-, es uno de esos coches que pueden personalizarse bastante, ya que está disponible con una gama de once colores -blanco y negro gratis, los demás por entre 125 euros del rojo y amarillo hasta los 635 euros del blanco efecto perla- o  diversas llantas -de serie de 16″, pero con versiones de 17 y 18″ en opción por precios que pueden alcanzar los 650 euros-. No es tan ‘camaleónico’ en ese aspecto como el Mini, aunque seguramente con el paso de los meses el catálogo de detalles para hacer de nuestro Beetle algo único acabe ampliándose.

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El interior, por mucho que lo intente, no puede resultar tan evocador como el exterior. Aquí encontramos la solidez típica de Volkswagen, con buenos acabados y ajustes, precisión en los mandos… pero hay dos cosas que no son tan habituales en los modelos de la marca. Para empezar, el diseño es más original que en los Polo, Golf… con un salpicadero muy ‘vertical’ o el empleo de plásticos pintados a juego con el color de la carrocería -un poco al estilo del Fiat 500-. El otro apartado que llama la atención es que emplea en su totalidad plásticos de tacto duro, no del todo agradable… y más habituales en un Up! mucho más barato. Al menos es bastante práctico -hay una doble guantera con tapa-, y aunque este motor sólo se combina con el acabado más básico de los dos que ofrece el Beetle -Design; el otro es el Sport- viene con todo lo necesario: seis airbags, equipo de audio, asiento del conductor y pasajero regulables en altura, climatizador automático de dos zonas, faros y limpiaparabrisas automáticos, ordenador de a bordo…

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Sorprendente también es el espacio interior; no es que sea más amplio que un Golf… pero llama la atención que, respecto a su antecesor, a pesar de que por fuera no es un coche mucho más grande, por dentro sí que está mucho mejor aprovechado. Delante no hay problemas de espacio y detrás pueden ir dos adultos con una habitabilidad correcta, similar a la del un VW Scirocco; además, el maletero cuenta con 310 litros, que no está nada mal. Para rematar, la postura de conducción es muy buena, el asiento del conductor tiene amplísimos reglajes -sobre todo el altura; se puede colocar la butaca realmente bajita- y la visibilidad es normal. Mandos y botones quedan muy a mano y el volante con la parte inferior achatada es muy agradable de empuñar.

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Esta versión probada incluye el ya popular motor 1.6 TDI de 105 CV conocido en prácticamente todo el grupo VAG: lo podemos ver en un Audi A3, en un Skoda Superb, en un VW Touran o en un Seat Ibiza. Es un mínimo correctísimo por prestaciones, suficientes para un modelo que no es nada ligero, con sus 1.361 kg. Dicha mecánica tiene un funcionamiento suave, progresivo, un empuje constante… y tiene prestaciones de sobra para viajar. El problema es que viene con una caja manual de cinco velocidades y desarrollos extralargos que lo que consiguen es que la respuesta en aceleraciones sea bastante tranquila; de hecho, para conseguir su máximo rendimiento siempre hay que ‘estrujar’ un poco más de la cuenta el pedal del acelerador. Seguramente con un cambio de seis marchas -que esta mecánica ofrece en otros modelos como el Touran- y un acelerador con una respuesta algo más instantánea, sería más agradable de conducir… y no afectaría a la que es la gran virtud del propulsor: sus ajustadísimos consumos. Y es que en un uso normal, hablamos de un coche que ronda los cinco litros, y eso es muy poco. Combinado con los generosos 55 litros de depósito, la autonomía media es fácil que alcance los 1.000 km. Para concluir con el motor, decir que no suena ni vibra mucho, que una vez lanzado mantiene cruceros elevados sin ningún problema… y que, ni en opción, cuenta con cambio automático.

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La plataforma del Beetle se basa en la del actual Golf… aunque, curiosamente, las motorizaciones de hasta 160 CV -como este 1.6 TDI- prescinden del avanzado eje multibrazo de su hermano, que aquí es reemplazado por un sencillo eje semi-rígido. En la práctica, eso no supone mayor preocupación: este VW va muy bien en cualquier tipo de carretera, cuenta con un punto de agilidad que no existía en sus antecesores y resulta suficientemente cómodo. Es cierto que el eje trasero produce algún pequeño ‘rebote’ si nos encontramos con algún bache profundo en plena curva, pero no es algo preocupante o peligroso; tan sólo resulta menos ‘refinado’ que si llevara el avanzado multibrazo posterior. Pero aunque va muy bien, es aplomado y seguro… esta variante no es un auténtico deportivo; al menos, incluye una suspensión ligeramente blanda que consigue que en las curvas más lentas, combinado con su elevada altura -cercana al metro y medio-, dé la sensación de que se balancea algo más de la cuenta.

El resto de apartados relacionados con la conducción son… excelentes; el cambio tiene un manejo muy agradable -suave, rápido, preciso-, la dirección permite llevar el coche por el lugar deseado y sin tener que realizar correcciones y los frenos son potentes y ofrecen un pedal para dosificar la frenada a la perfección.

Dejamos para el final el asunto del precio; este modelo1 1.6 TDI 105 Design sale por 22.700 euros. Para saber si esa cantidad es correcta o no, lo mejor es contextualizarla; por ejemplo, comparado con el Beetle 1.9 TDI 105 CV que se vendía hace apenas un año, concluiremos que si el antecesor salía por 25.430 euros con menos equipamiento, el nuevo es casi un chollo… o, al menos, tiene un precio más razonable. Si lo comparamos con la versión 1.2 TSI gasolina del Beetle, que tiene 105 CV como el diesel, veremos que el primero es 1.590 euros más barato, que lleva un propulsor más refinado… y que si vamos a hacer menos de 20.000 km al año -algo probable en un coche como éste-, llegaremos a la conclusión de que el diesel puede no ser del todo recomendable. Pero quizá la comparación más dolorosa tenga que ver con su ‘herman0’: el Golf. En la actualidad, con sus descuentos -algo de lo que carece cualquier versión del Beetle- el Golf equivalente 1.6 TDI 105 CV Rabbit 3p, sumándole el climatizador bizona para igualar su equipamiento en lo posible con el Beetle, se queda en 19.675 euros… es decir, 3.135 euros menos por un compacto con más maletero -350 litros-, con una plaza más -cinco frente a cuatro-, con una suspensión trasera más moderna y con una calidad interior superior. Evidentemente, no tiene la frescura del Beetle y a finales de año llega su sucesor, pero es la compra racional para quien busque un coche de este tamaño y no tenga en el diseño su primera prioridad.

Por lo demás, el Beetle 1.6 TDI analizado puede incluir las siguientes opciones: tapicería de cuero 2.225 euros, faros bixenón 700 euros (opción muy recomendable porque los de serie alumbran poco), equipo de audio Fender 545 euros, llantas de 18″ desde 500 euros, alarma 295 euros, navegador 575 euros, relojes adicionales en salpicadero (presión del turbo, temperatura de aceite, cronómetro…) 250 euros.

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