Probamos el Ford Ecosport 1.0 125 ST-Line

El Ford Ecosport es, a grandes rasgos, la variante SUV del Ford Fiesta. Por eso, y como el urbano de Ford se renovó por completo hace seis meses, la marca del óvalo ha aprovechado esa base para crear un Ecosport al gusto europeo. No olvidemos que, al principio, este Ford fue creado para venderse en mercados emergentes.

Con este nuevo planteamiento, el Ecosport gana en calidad, tanto interior como de rodadura. Eso sí, la ausencia de motores más asequibles -el 1.0 de 100 CV no llegará hasta antes de verano- hace que su precio, de por sí elevado, sea mucho más alto que el de sus rivales directos.

Recuerda al Fiesta

El interior del Ecosport es prácticamente idéntico al del Fiesta. Los únicos cambios están en la forma de los aireadores y de la zona baja de la consola central. Comparado con el anterior Ecosport, el nuevo incluye materiales de mayor calidad, con un tacto acolchado en el salpicadero y unos ajustes bastante buenos. Aun así, hay lugares como la guantera o los paneles de las puertas donde los plásticos son más simples -que, por otro lado, es lo normal en el segmento-.

La distribución de los mandos está lograda. Es sencillo encontrar todo y apenas hay que apartar la vista de la carretera para ver la pantalla multimedia de serie. Tampoco hay problemas para lograr una buena postura al volante, y el asiento sujeta lo suficiente. Se va sentado en una posición elevada y la visibilidad es correcta, excepto a través de la luneta trasera, que resulta un tanto pequeña.

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En las plazas traseras cabrían dos adultos de hasta 1,90 m de altura, pero el espacio para las piernas, sin ser malo -está cerca de la media-, no es tan generoso. Por anchura, un tercer ocupante irá justo, y el túnel central es voluminoso. El maletero, con 334 litros y doble fondo, está un poco por debajo de la media.

Sorprende por comportamiento y por comodidad

El Ecosport emplea la misma plataforma de su antecesor, pero incluye importantes modificaciones en la suspensión, dirección, soportes y materiales aislantes. En la práctica, los cambios son notables. Ofrece una estabilidad elevada y la carrocería balancea poco, algo que le permite ser fácil de conducir y tener unas reacciones nobles y seguras. Además, la suspensión es cómoda, pues filtra con bastante suavidad todas las irregularidades del terreno. La dirección es precisa y, también, ofrece una buena cantidad de información al conductor.

El motor gasolina 1.0 de 125 CV responde con relativa fuerza desde 1.500 rpm, aunque se desenvuelve mejor cuando se rueda por encima de 3.000 rpm. Aun así, es más lento que sus rivales.

Pese a tener tres cilindros, no vibra demasiado y tampoco es muy ruidoso -sí se aprecia algo de ruido aerodinámico-. Por consumo, tratando el acelerador con cuidado, lo normal es moverse entre 7 y 7,5 l/100 km. Este motor va asociado a un agradable cambio manual de seis marchas.

Si lo quieres 4×4, sólo diésel

El Ecosport estará disponible con tracción total antes de verano, pero sólo con el motor 1.5 TDCi de 125 CV y cambio manual de seis marchas. Rondará los 25.500 euros. Pese a sus 125 CV, este Ecosport 4×4 pesa 1.493 kilos, que son 205 kilos más que el 1.5 TDCI 100 4×2. Eso le hace ser más lento de lo esperado en carretera. En campo, se defiende sin problemapor caminos o en barro.

• Lo mejor: Comodidad, comportamiento, mejora en calidad, es de los más amplios detrás.
• Lo peor: Tiene menos maletero que sus rivalesy es más lento; también resutla más caro.

Ficha técnica del Ford Ecosport 1.0 125 ST-Line