Prueba: Audi RS Q3

Mezcla la funcionalidad de un todo camino compacto con la deportividad que se le confiere a cualquier Audi 'apellidado' RS. ¿Resultado? Un sorprendente automóvil que da sentido a lo que, a priori, no parecía tan lógico...


Hay un dicho popular que asegura que ‘no se puede tener todo en la vida’. No obstante, el mundo está plagado de ejemplos, algunos soberbios y otros desastrosos, que desafían ese conformista proverbio. Ante tus ojos tienes uno de ellos. Desde finales de 2013, el Audi RS Q3 es el primer y único todo camino de la marca germana que porta la denominación RennSport, simplificada en las siglas RS. Lo que propone este modelo es conjuntar conceptos tan dispares como el de todo camino y el de automóvil deportivo y, desde el próximo mes de marzo, estará disponible bajo un nuevo restyling que le hace ganar en equipamiento y prestaciones.

Y lo cierto es que, estéticamente, cuesta un poco percatarse de las novedades que trae este restyling, porque apenas se reducen a un nuevo frontal acotado por dos exuberantes faros de leds y las llantas, que ahora son de 19″. Al abrir la puerta y sentarme en su confortable asiento, permanece esa sensación de que pocas cosas han cambiado. Pulso el botón de arranque, el propulsor 2.5 TFSI cobra vida e inicio la marcha en busca de una autobahn alemana en la que ‘estrujar’ uno de los motores más palpitantes de la historia reciente de Audi. Las prestaciones han aumentado y noto una leve mejora en la rapidez con la que la mecánica responde a mis movimientos sobre el acelerador, sobre todo seleccionando el modo más deportivo del sistema Audi Drive Select, que también actúa sobre la dureza de la amortiguación –sólo si el coche lleva la nueva suspensión adaptativa opcional, como es el caso de este–, el cambio automático de doble embrague, el escape y la dirección, que continúa siendo rápida pero algo carente de sensibilidad.

Audi RS Q3: prueba

Pero lo desafiante es buscar una carretera revirada

Eso sí, cuando abandono la autobahn y sus indecentes velocidades a cambio de un sinuoso tramo de curvas, selecciono el modo Sport del ESP y vuelvo a experimentar lo mismo que hace un año con el Audi RS Q3 ‘antiguo’: que este modelo hace ‘fluir’ sus más de 1.600 kg sobre el asfalto casi como si fuera un compacto. Además, la implementación de la suspensión electrónica se traduce en una buena eficacia a la hora de filtrar las irregularidades del asfalto, así como en una mayor progresividad entre el instante en el que la carrocería comienza a inclinarse y el momento en el que la adherencia de los neumáticos delanteros comienza a verse comprometida. Al final, ir rápido y ‘fino’ con este RS es cuestión de acostumbrarse al hecho de que el centro de gravedad está más alto que en otros RS. Si comprendes eso y confias en el buen amplomo y motricidad que aporta su tracción total, lo conducirás rápido con mucha naturalidad.

Audi RS Q3: prueba

Con todo, muchos no encontrarán una lógica fundamentada en un todo camino de este tipo, como el RS Q3 o su máximo rival, el Mercedes GLA 45 AMG. Pero no busca tenerla, simplemente pretende proporcionar unas sensaciones razonablemente deportivas encerradas en el envoltorio de moda: el todo camino. Y funciona…

Audi RS Q3: prueba Audi RS Q3: en busca del Euro6

Toda la gama Q3 ha visto cómo se ha aumentado su potencia en una media de 10 CV y se ha reducido su consumo en una media del 17%. En el caso concreto de la variante deportiva RS Q3, algunos retoques electrónicos han permitido ganar 30 CV –ahora rinde 340 CV– y 30 Nm de par –la cifra ahora es de 450 Nm–. Gracias a ello, el RS Q3 baja su registro de aceleración de 0 a 100 km/h en 0,4 segundos –de 5,2 a 4,8 segundos–. Asimismo, una reducción del consumo de 8,8 a 8,4 l/100 km, una optimización de la gestión térmica del motor y un nuevo sistema de depuración de gases de escape, permiten que el nuevo RS Q3 cumpla con la normativa europea sobre emisiones Euro 6.

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