Prueba a fondo: Seat Arona FR 1.0 TSI 110

No hay mal que cien años dure… ni cuerpo que lo resista. Aplicando esa máxima, está claro que el mercado de coches nuevos alguna vez tendría que comenzar a recuperarse, y parece que ya va siendo así. Un síntoma de ello es que algunos de los coches más vendidos justo antes de la crisis de los microchips han vuelto a ocupar los primeros puestos entre los modelos más vendidos.

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Uno de ellos es el Seat Arona, el SUV urbano (o SUV-B, como se dice en el mundillo) de Seat. Creado sobre la plataforma MQB A0, el Seat Arona es lo que podríamos interpretar como la versión SUV de un Seat Ibiza. Tiene una longitud de 4,13 metros de largo, una altura de 1,55 metros y se ofrece con un total de tres motores: 1.0 TSI de 95 CV, 1.0 TSI de 110 CV y 1.5 TSI de 150 CV. No hay diésel, ni versiones de tracción total. Y todos tienen etiqueta C de la DGT. El único que tenía etiqueta Eco de la DGT es el 1.0 TGI de Gas Natural Comprimido y 90 CV, pero ya ha dejado de comercializarse. El Arona se ofrece con cuatro acabados: Reference, Style, X-Perience y FR.

En esta ocasión, hemos elegido la versión 1.0 TSI con el motor de 110 CV y cambio manual de seis marchas. También se puede optar por un cambio automático de doble embrague y siete velocidades por 2.750 euros más.

Cómo es el Seat Arona por dentro

El puesto de conducción está muy bien resuelto desde el punto de vista ergonómico: buena postura al volante sea cual sea tu complexión o estatura, muchos botones físicos y mandos fáciles de localizar y de utilizar en marcha (se agradece especialmente que el climatizador tenga botones de toda la vida), numerosos huecos para dejar objetos y una visibilidad tan correcta como en cualquier coche de este tipo. No esperes un diseño especialmente moderno o arriesgado, pues aquí la practicidad y la facilidad de uso se imponen.

En cuanto a calidad, nada que objetar. Se emplean unos plásticos similares a los que podemos encontrar en sus rivales, pero sus ajustes y remates están por encima de la media. Transmite sensación de solidez, y no se aprecian ruidos. Además, la instrumentación digital configurable, la iluminación interior o la pantalla central ayudan a mejorar la sensación de estar en un coche bien hecho.

Por espacio en las plazas traseras, el Seat Arona obtiene muy buena nota por altura, se coloca en la media en espacio para las piernas y sólo en anchura se ve un poco más limitado. Con todo, dos adultos viajarán muy bien; tres, aunque el que vaya en el medio sea delgadito, no tanto. Es, de todas formas, lo habitual en este tipo de SUV’s urbanos.

El maletero tiene 400 litros de capacidad, que también coloca al Seat Arona en la zona media de su categoría. Cuenta con un suelo que se puede colocar en dos alturas, de manera que, si lo dejamos en la más elevada, contamos con un doble fondo de unos 15 cm de altura. Si lo utilizamos así, las formas del maletero son muy regulares. Si, por el contrario, lo bajamos a la posición inferior, ganaremos capacidad, pero se pierde esa regularidad debido a la forma de las piezas que permiten colocar ese suelo en una doble altura.

Cómo va el Seat Arona en marcha

El comportamiento es uno de los puntos fuertes del Seat Arona, pues es uno de los SUV urbanos que mejor se comporta en una carretera de curvas. Esto se debe a la combinación de varios factores: una suspensión equilibrada y pensada para contener los movimientos de la carrocería al mismo tiempo que absorbe muy bien las irregularidades del terreno, una dirección precisa y de tacto agradable y unas reacciones especialmente ágiles a la hora de cambiar de dirección pero siempre nobles y controlables.

Gracias a esto, el Seat Arona transmite una gran sensación de control y mucha confianza a su conductor. Sin duda, es una de las mejores alternativas de su segmento para circular habitualmente por carreteras de montaña reviradas.

Además, es un coche cómodo para viajar por autopista o para moverse a diario en ciudad. Un Citroën C3 AirCross es más cómodo todavía porque su suspensión es más suave, pero el grado de comodidad que aporta el Seat Arona es más que suficiente para realizar cualquier viaje sin mayor problema, incluso en esta versión FR de acabado más deportivo.

En cuanto al conjunto motor y caja de cambios, el 1.0 TSI de 110 CV es muy bueno desde el punto de vista del consumo, pues es fácil moverse con medias de 6 L/100 km sin grandes esfuerzos por carretera a velocidad constante. También destaca porque este motor tiene una respuesta voluntariosa a medio régimen que le permite moverse con soltura y que le convierte en un coche agradable de conducir.

Por prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos, corre lo que uno puede esperar de un coche de su potencia y peso (1.193 kilos). Es más que suficiente para las pretensiones del coche. La caja de cambios manual de seis marchas es tan suave, agradable y precisa como cualquier otra caja manual del Grupo Volkswagen.

El único aspecto en el que destaca un poco menos es en lo referente al refinamiento, pues su condición de motor tricilíndrico hace que sea un tanto ruidoso cuando se acelera sin contemplaciones. No es algo preocupante pero, si valoramos mucho este aspecto, debemos dirigir nuestros pasos hacia el motor 1.5 TSI de 150 CV y cuatro cilindros, que obtiene una nota claramente superior en este aspecto.

Veredicto

Si has llegado leyendo hasta aquí, es probable que estés pensando que este motor 1.0 TSI de 110 CV es el más recomendable de la gama. Y, en cierta medida, lo es. Sin embargo, y en función de nuestro presupuesto y del acabado que elijamos, puede ser más interesante irse directamente a por el 1.5 TSI de 150 CV, que sólo se vende con acabado FR y cambio DSG y que, comparado con un 1.0 TSI 110 FR DSG, la diferencia es de sólo 1.650 euros.

A cambio, no sólo nos llevamos 40 CV más con todo lo que ello supone, sino que también nos encontraremos con un motor más refinado, agradable de conducir y con una respuesta más contundente sobre todo a bajo y medio régimen, con una diferencia de consumo prácticamente inexistente.