Aunque en realidad la que hemos probado es la que probablemente más se venda dentro de la gama Kodiaq, que es la híbrida ligera de gasolina y 150 CV. El nuevo Skoda Kodiaq sucede al modelo lanzado en 2017 conservando sus patrones.
Es un SUV tirando a grande, con 4,76 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,66 metros de alto. Se levanta sobre la plataforma MQB Evo, que es una evolución de la que empleaba el anterior Kodiaq.
Estéticamente sigue la misma línea que antes, aunque en realidad es nuevo por completo. En la parrilla, los faros, los pilotos o la silueta lateral, tiene un inconfundible ADN Skoda.
Dentro es como te esperas. Amplio, mucho, en la segunda fila de asientos en lo relativo a espacio para las piernas. No tanto en anchura, donde sólo cumple bien. Y si lo encargas con siete plazas, detrás hay dos butaquitas aptas para niños que no lleven sillita.
Si, por contra, lo encargas con cinco, disfrutarás de un inmenso maletero de 910 litros de capacidad, medición que se logra desplazando longitudinalmente los asientos de la segunda fila hacia delante. El de siete plazas, con las siete en uso, conserva un maletero de 340 litros, que tampoco está mal.
Raya a buen nivel en calidades, cercano a lo que podemos considerar casi premium. Todos los materiales blanditos, tapizados… todo bien ensamblado y hecho con cabeza, pues por ejemplo conserva mandos mecánicos para la climatización.
Son los Smart Dials, que además cumplen otras funciones, como la selección de modos de conducción. ¿Qué más novedoso tenemos de puertas adentro? La pantalla central es de 12,9″ y ofrece un manejo bastante fluido. No sólo desaparecen las transmisiones manuales, sino también la clásica palanca de la automática, que se reubica en la columna de dirección.
También tenemos un asistente de voz basado en ChatGPT, mucho hueco portaobjetos… Es sin duda un interior que, sin renunciar al diseño, es francamente práctico. No nos olvidemos del clásico paraguas escondido en el panel de puerta del conductor.
Así es la gama Skoda Kodiaq
De momento, el Kodiaq ya se comercializa con dos motores diésel, uno de gasolina con microhibridación y uno híbrido enchufable, todos con cambio DSG. En la siguiente tabla podemos entender mejor cómo se estructura la gama.
| VERSIÓN | POTENCIA | TRACCIÓN | ETIQUETA | PRECIO (desde) |
| 1.5 TSI mHEV | 150 CV | Delantera | ECO | 42.960 euros |
| 2.0 TDI | 150 CV | Delantera | C | 46.060 euros |
| 2.0 TDI | 193 CV | Total | C | 49.160 euros |
| 1.5 TSI iV PHEV | 204 CV | Delantera | CERO | 49.560 euros |
Aparte, antes de fin de año llegará una versión de gasolina de 204 CV y una deportiva con acabado RS y 258 CV de potencia, ambas con tracción total.
Estos precios, por cierto, son los de la tarifa normal. Aquí se pueden aplicar algunos descuentos, como el de lanzamiento, que es de más de 6.000 euros.
Así va el nuevo Skoda Kodiaq
Si lo que quieres es un coche amplio y cómodo, lo cierto es que la opción del Kodiaq gana muchos enteros. Hemos conducido únicamente la versión 1.5 TSI mHEV, es decir, la de gasolina con hibridación ligera y 150 CV de potencia.
Aunque es un coche grande, los 150 CV cunden bien y, a menos que impongas exigencias demasiado altas, se mueve bien en cualquier circunstancia. Además cambia de dirección con precisión, no notas balanceos elevados en la carrocería, producto de una suspensión esponjosa pero no preocupantemente blanda.
Es muy fácil de conducir y, aunque se siente voluminoso, no ofrece ningún tipo de reacción torpe o mal ejecutada.
Con 150 CV anda lo suficiente, aunque también es cierto que lo probé con dos ocupantes y apenas un par de maletas pequeñas. Probablemente el gran atractivo de esta versión frente a la diésel de idéntica potencia sea que incorpora la etiqueta ECO. Pero tampoco gasta mucho, puedes llevarlo en unos 6,7 L/100 km sin mayor problema o quizá algo más según en qué condiciones.
En términos generales el Kodiaq es un coche que va bien, que es agradable de conducir. Pronto probaremos, espero, los diésel y el híbrido enchufable, el cual destaca por disponer de una batería de 25,7 kWh de capacidad que le permite homologar nada menos que entre 113 y 123 km de autonomía eléctrica en función del tamaño de rueda que lleve.
En cualquier caso el Kodiaq es el perfecto ejemplo de automóvil familiar con todas las consecuencias positivas y negativas. Si tienes dos, tres o incluso alguna más criaturas, este modelo puede satisfacer, a un precio terrenal, todas tus necesidades.
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