Prueba usado: Seat Exeo

Tras el fiasco de la controvertida tercera generación del Toledo, Seat cortó por lo sano y apostó sobre seguro: cogió el Audi A4, le hizo pequeños cambios estéticos, y puso a la venta una de las mejores berlinas medias del momento.

Cuando la segunda generación del Seat Toledo fue reemplazada por la tercera, allá por 2005, la marca española se la jugó con un concepto rompedor… que fracasó. Por ello, cuatro años después se vio obligada a ofrecer algo excepcionalmente bueno para sustituir a aquel Toledo. Y lo consiguió con una berlina de corte clásico, presentada en el Salón de París de 2008, que fue bautizada como Exeo para desmarcarse del Toledo con la intención de ofrecer un producto de corte premium.

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Para ello, Seat tomó directamente la base del Audi A4 de la generación B7, comercializada entre 2005 y 2008, y personalizó su aspecto cambiando el frontal, los retrovisores y los pilotos traseros. Todo lo demás, procedía del A4. Dicho de otro modo, el Seat Exeo era un Audi encubierto a todos los efectos.

Por supuesto, esta coyuntura implicaba una disposición mecánica con motor colocado de forma longitudinal, lo cual abría la posibilidad de que existiesen versiones del Exeo con tracción total o, incluso, una variante deportiva equipada con el motor V8 del Audi S4, pero por desgracia Seat declinó ambas ideas, al igual que descartó un Exeo descapotable que se llegó a plantear, limitando las carrocerías a dos: sedán y familiar -denominada ST-.

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Bajo el capó del Exeo tuvieron cabida casi todos los motores disponibles en el A4. En gasolina, se ofrecía un propulsor 1.6 de 102 CV, un 1.8 Turbo de 150 CV y un 2.0 TFSI de 200 CV. En 2010, este último vio incrementada su potencia hasta 211 CV, y el 1.8 T fue sustituido por un 1.8 TFSI de 120 ó 160 CV. En diésel, un bloque 2.0 TDI daba lugar a tres escalones de potencia: 120, 143 y 170 CV. Todos los motores llevaban cambio manual de seis velocidades, si bien el 2.0 TFSI y el diésel de 143 CV podían asociarse, en opción, a una caja automática Multitronic.

Hubo tres acabados –Reference, Style y Sport– que se complementaron con un cuarto –Last Edition– para despedir el modelo en 2013, año en el que Seat descatalogó el Exeo para centrarse en su gama de todocamino. Previamente, en 2011 se produjo un restyling en el que se cambiaron los grupos ópticos, los tapizados, las llantas y los colores de la carrocería. En total, se fabricaron casi 85.000 unidades del Seat Exeo.

¿Cómo era por dentro?

Al igual que la carrocería, todo el interior procedía del Audi A4 B7, con la salvedad de que, por razones estéticas, Seat optó por instalar el salpicadero del A4 B7 Cabrio, que se distinguía principalmente por las tomas de ventilación esféricas. Tan sólo la tapa del volante -con el emblema de Seat- y la tipografía empleada en la instrumentación eran propias del Exeo.

Hasta el momento, Seat nunca había dispuesto de un modelo con tal refinamiento y calidad de materiales y ajustes. El tacto de todos los mandos y botones es el que puedes esperar de un vehículo premium y su sistema multimedia con navegador era uno de los mejores del momento.

En lo que ya no destacaba tanto era en la habitabilidad en las plazas traseras -algo justa-, así como en la capacidad de maletero: 460 L en el sedán y sólo 442 L en el familiar ST.

¿Cómo iba el Seat Exeo?

El Exeo ofrece una calidad de rodadura excepcional, con una notable agilidad en curva, un razonable confort, una eficaz insonorización y un agradable tacto en la dirección y el cambio.

Los motores más equilibrados son el 1.8 TFSI en sus dos versiones y el 2.0 TDI de 143 CV. En el caso del segundo, el rendimiento es muy bueno, con una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 9,2 segundos y una gran solvencia a la hora de adelantar. Además, su consumo es bastante reducido, situándose en la práctica en torno a los 6,1 L/100 km.

Respecto al resto de la gama, sólo el propulsor 1.6 de 102 CV se puede quedar algo escaso a la hora de viajar cargado. Por otro lado, la caja automática Multitronic es de variador continuo, pero dispone de siete marchas prefijadas y funciona muy bien, aunque penaliza un poco las prestaciones y el consumo.

¿Qué revisar en el Seat Exeo?

En general, el Seat Exeo es un coche muy fiable, especialmente si hablamos de las robustas versiones 1.6 y 1.8 T de gasolina. El resto de mecánicas también son de fiar, pero conviene inspeccionar la distribución de los 2.0 TSI y, en los diésel, el estado del turbo compresor y el software, ya que el Exeo está dentro el listado de vehículos del Grupo VW afectados por el dieselgate.

Versión recomendada: Exeo 2.0 TDI 143

 

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