Lleva un motor diésel de 150 CV y tiene etiqueta C de la DGT

Prueba a fondo: Volkswagen Passat Variant TDI 150 DSG R-Line

Miguel Tineo
Miguel Tineo
Hay coches condenados al exterminio de la forma más injusta posible. El Volkswagen Passat TDI de esta prueba, un cochazo con todas las letras, es un claro ejemplo de ello. Es para comprárselo mientras se pueda.

Hace unos cuantos años, las berlinas estaban entre los coches más deseados del mercado, y el Volkswagen Passat era una de las referencias del segmento. Además, la combinación con los famosos motores TDI del Grupo Volkswagen, no hizo más que refrendar al Passat en esos puestos de privilegio.

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Pero llegaron los SUV’s y las berlinas empezaron a flojear. Las versiones familiares de las berlinas, como el Volkswagen Passat Variant de esta prueba, más todavía. Es cierto que este tipo de carrocerías funcionan muy bien a nivel de ventas en países como los centroeuropeos, pero en el mercado español nunca han tenido una gran relevancia.

Sea como fuere, el Volkswagen Passat ha ido perdiendo protagonismo a nivel mundial en favor de otros modelos como el Tiguan, por poner un ejemplo. Y los motores diésel, en general, también parecen perseguidos como si fuesen los culpables de todos los problemas de la humanidad, y eso que los motores diésel actuales son infinitamente más limpios que los de hace 20 años.

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La cuestión es que el Volkswagen Passat, al menos en su variante berlina, está condenado a la desaparición. Y los motores diésel, con la electrificación ganando terreno entre las marcas a pasos agigantados, parece que también.

Por eso mismo, cuando uno se pone a los mandos del Volkswagen Passat Variant TDI 150 DSG R-Line de esta prueba durante varios días y convive con él, no tarda en llegar a la siguiente conclusión: esto es un cochazo de cabo a rabo. ¿De verdad van a dejar de fabricar coches así?

Tiene toda la pinta de que así va a ser. Así que, mientras sea legal poder adquirir un coche como este Passat, que además tiene la misma etiqueta C que cualquier otro modelo similar de gasolina, es una alternativa que no debemos descartar a la ligera, sobre todo si queremos un coche para viajar y siempre que no tengamos problemas para pagar lo que Volkswagen pide por él, porque es un gran coche, pero no es un coche precisamente barato.

Información sobre el Volkswagen Passat Variant TDI 150 DSG R-Line

El Volkswagen Passat Variant es la versión familiar del Volkswagen Passat, modelo que ya no se comercializa con la carrocería berlina o de cuatro puertas. El Passat Variant tiene una clásica carrocería familiar de cinco puertas y 4,77 metros de largo que, en el caso de esta prueba, luce diferentes detalles deportivos por tratarse del acabado R-Line, como las llantas, los paragolpes o las inscripciones R-Line en las aletas delanteras.

El Volkswagen Passat Variant está disponible con dos motores de gasolina de 150 y 190 CV, cuatro diésel de 120, 122, 150 y 200 CV, y con un híbrido enchufable de 218 CV. Hay tres acabados: básico (sin denominación como tal), Executive, R-Line y GTE (exclusivo del Passat Variant híbrido enchufable).

Cómo es el interior del Volkswagen Passat Variant TDI 150 DSG R-Line

El interior del VW Passat se caracteriza por ofrecer un aspecto moderno pero con unas formas sencillas y una elevada calidad. Es moderno por el tamaño de la pantalla central, por la instrumentación digital, por la cuidada iluminación ambiental y por los mandos del climatizador.

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Lo de la elevada calidad se refleja en detalles como la buena insonorización, el aspecto de las citadas pantallas y, sobre todo, por el tacto de los materiales y de los mandos, el ajuste de todas las piezas del salpicadero y por cómo están rematadas cosas como el interior de las guanteras de las puertas, el maletero o las zonas menos visibles del salpicadero. Es, sin duda, de los mejores Volkswagen que hay ahora mismo a la venta por cómo está hecho.

En cuanto al puesto de conducción, por un lado, nos encontramos un asiento cómodo y con amplios reglajes tanto de volante como de asiento, de manera que es muy fácil dar con nuestra postura ideal sea cual sea nuestra estatura, complexión o gustos. También está bien resuelto desde el punto de vista del manejo de los mandos, pues hay mandos específicos para el climatizador y los menús de la pantalla central, además de contar con iconos relativamente grandes, siguen una lógica de funcionamiento a la que no tardarás en acostumbrarte.

Si hablamos de espacio, las plazas traseras son muy buenas, especialmente por espacio para las piernas y por altura. Está casi al nivel de un Skoda Superb, y eso es mucho decir. Por anchura, la nota sigue siendo muy buena, pero es cierto que hay una distancia más convencional (1,38 metros a altura de los hombros, que tampoco está mal) y la plaza central, lógicamente, no es tan cómoda como las dos laterales.

Otro aspecto a destacar es el maletero. Tiene 650 litros de capacidad, que es un dato muy bueno, y se puede ampliar hasta los 1.780 litros abatiendo los respaldos traseros. No hay banqueta trasera corrediza, de manera que no se puede jugar con el espacio del maletero de forma longitudinal, pero sí una práctica bandeja enrollable, huecos en los laterales, ganchos para bolsas, una toma de 12V, un pequeño doble fondo, argollas y dos mandos para abatir los respaldos traseros desde el propio maletero.

Cómo va el Volkswagen Passat Variant TDI 150 DSG R-Line

El Volkswagen Passat de esta prueba lleva un motor 2.0 TDI de 150 CV con cuatro cilindros en línea y va asociado a un cambio automático de doble embrague y siete velocidades. Hay cuatro modos de conducción que se seleccionan a través de la pantalla central: Eco, Normal, Sport e Individual, que permite modificar de forma independiente el reglaje de los diferentes aspectos sobre los que actúa cada uno de los modos. En el caso de esta unidad, la respuesta del acelerador y del cambio automático, la dureza de la dirección, el climatizador, el control de velocidad adaptativo y el asistente de conexión de luz larga.

Es un motor empleado en otros modelos y marcas del Grupo Volkswagen y, por tanto, en el Passat nos encontramos con las mismas virtudes y defectos que en cualquier otro modelo que lo lleve. Es un motor suave y progresivo, que responde bien desde bajo régimen y que está muy bien resuelto desde el punto de vista del ruido y de las vibraciones. No tiene esa respuesta fulgurante y muy contundente de los TDI de hace años, pero es que hoy, con las afinadas programaciones electrónicas y los sistemas anticontaminación, tampoco lo encontrarás en otros motores similares. Tampoco es un problema, porque este Passat se mueve con bastante agilidad, y no echaremos en falta más potencia salvo que queramos viajar muy deprisa.

En cuanto a consumo, este motor también obtiene buena nota. En carretera a velocidad sostenida es fácil moverse incluso por debajo de los 5,5 L/100 km mientras que, en recorridos mixtos entre ciudad y carretera, la media real es de unos 6 L/100 km. Es una cifra muy buena para el tamaño, peso y prestaciones de este Passat.

El cambio automático es un DSG de doble embrague y siete relaciones. Convence mucho por suavidad y agrado de conducción y, como además el motor empuja bien desde bajas revoluciones, le resulta fácil rodar en una marcha adecuada en la mayor parte de las ocasiones cuando lo llevamos en modo automático. En modo manual, que se puede manejar tanto desde la palanca como desde las levas que hay tras el volante, sigue teniendo unas transiciones suaves entre marcha y marcha y resulta suficientemente rápido. No tardarás en acostumbrarte a él y en sentirte a gusto.

En lo que se refiere al comportamiento, la nota de este Passat es también muy elevada. Por suspensión, logra un compromiso entre estabilidad y comodidad que raya lo ideal, de manera que es un coche igual de cómodo y placentero para un viaje largo por autopista que estable, preciso y fácil de conducir a ritmo vivo por carreteras de curvas.

En general, es un coche con el que necesitarás muy pocos kilómetros para tener la sensación de que llevas conduciéndolo toda la vida, pues se lo pone todo muy fácil al conductor, es un coche de tacto suave y agradable y, al mismo tiempo, transmite mucha confianza.

Veredicto

Si has llegado hasta este punto, me comprenderás cuando te diga que, sin duda alguna, este Volkswagen Passat Variant TDI 150 DSG R-Line es un coche que no me importaría tener en mi garaje. En absoluto. Cumple en todo, y lo hace con muy buena nota. Ahora bien, hay dos aspectos que debes tener en cuenta: uno, que tiene etiqueta C de la DGT, y quizá necesites algo Eco o Cero Emisiones. Y dos, que esta versión cuesta casi 50.000 euros, un pecio elevado. Viendo cómo están sus rivales, se sitúa a la altura de un Peugeot 508 SW equivalente y algo por debajo de sus alternativas en Audi o BMW, aunque el VW tiene mejor equipamiento. Pero no dejan de ser casi 50.000 euros, una cifra considerable.

 

Volkswagen Passat

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