Cuando el Lexus LFA, uno de los superdeportivos más exclusivos e impresionantes de la época moderna, fue puesto a la venta a finales del año 2010 -su comercialización cesó aproximadamente dos años después- resultaba imposible pensar que a estas alturas de la vida aún quedasen unidades por vender.
Pero así es, todavía hay doce -de los 500 ejemplares que se fabricaron en total- Lexus LFA que no han encontrado dueño. Eso sí, todos se encuentran en suelo norteamericano. Se trata de doce coches que han sido retenido por diversos concesionarios estadounidenses. La razón no es otra que evitar la especulación con este coche.
Y es que con su limitadísima producción, sus prestaciones de infarto y su estética radical -además de ser el coche más distinguido fabricado por el Grupo Toyota- son ingredientes más que suficientes para ello. Aun así, no parece que vayan a ser vendidos con facilidad, pues el caché que da tener uno de estos coches en un concesionario de Lexus es una fuente de atracción.
Lo más probable es que su función sea la de presidir eventos de la marca y ejercer como símbolo de marketing. Sea como fuere, un empleado de Toyota afirma que «debido a su valor, los únicos que pueden tomar la decisión de vender una de estas unidades son los herederos del dueño del concesionario».
¿Y cómo se hizo este descubrimiento? Pues a través de una publicación automovilística, que se percató que en julio de 2017 fue vendida una unidad nueva del Lexus LFA. Así, investigando y ´tirando del hilo´, consiguió que la propia firma nipona admitiese que todavía quedan estas doce unidades completamente nuevas por vender.
Recordemos que el Lexus LFA es un superdeportivo japonés con un propulsor atmosférico V10 de gasolina de 4.8 litros que desarrolla una potencia de 560 CV. Con ello, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 329 km/h. ¿Su precio a estrenar? Superaba los 400.000 euros, así que puedes hacerte una idea de lo que costará una unidad bien cuidada en unos años€