Los radares de la DGT siguen mejorando sus prestaciones para ‘cazar’ a aquellos conductores que no respeten las normas de circulación. Estos dispositivos, además de controlar la velocidad, ya son capaces de multar a aquellos que vayan hablando por el teléfono mientras conducen y también de identificar a cualquier vehículo que circule sin el Seguro Obligatorio de Automóviles.
Este seguro tiene por objetivo responder económicamente de los daños personales y materiales que se generen en caso de accidente de tráfico. La prima del seguro obligatorio del automóvil que tienen que suscribir todos los propietarios de vehículos contiene un recargo de 3,5 euros que se destina a que el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) afronte los gastos producidos por los vehículos sin seguro.
Los titulares de vehículos que no tengan suscrito el seguro obligatorio de accidente se enfrentan a la inmovilización y depósito del mismo y a sanciones que van de los 601 a los 3.005 euros, en función del tipo del vehículo y de otras circunstancias.