Este cambio de nomenclatura forma parte del nuevo plan de negocio del Grupo Renault que tiene el plan de potenciar su faceta más deportiva en el escenario de la categoría reina del automovilismo. De esta manera, el Alpine F1 Team dice adios a los colores amarillo y negro de Renault para lucir en su monoplazas los colores nacionales de la bandera francesa: rojo, blanco y azul.
Esta decoración que lucirán los coches de Fernando Alonso y Esteban Ocon en 2021, rinde homenaje al primer coche de la compañía, el A106, que marcó una época dorada en las carreras alpinas de las décadas de los años 60 y 70. Un cambio en el que Renault continuará proporcionando sus motores.
La división deportiva Alpine busca trasladar a la Fórmula 1 todos los récords y éxitos cosechados en los campeonatos de resistencia y los rallyes. «Alpine es una marca hermosa, poderosa y vibrante, que hace sonreír a sus seguidores», dijo el CEO de Renault, Luca de Meo, en un comunicado. «Estamos trayendo una marca de ensueño junto con los nombres más importantes. Alpine también traerá sus valores al paddock de F1: elegancia, ingenio y audacia», añade el comunicado.
Por su parte Cyril Abiteboul, máximo responsable del equipo Renault señala que «el cambio llega en un momento clave en la trayectoria de la escudería y del deporte. Alpine aporta un nuevo sentido, nuevos valores y colores al paddock con un espíritu de competición traído de otros universos y de la agilidad creativa francesa.»
Con la firma del nuevo Pacto de Concordia el pasado mes de agosto, el Renault se compromete a participar como constructor en Fórmula 1 al menos hasta 2025. Con el tope presupuestario para los equipos y la implementación de nuevas regulaciones técnicas a partir de 2022, Alpine busca alcanzar nuevos éxitos en su primera experiencia en el ‘Gran Circo’.
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