La Policía Local de Valladolid tenía que cambiar 15 de sus coches patrulla y alguien decidió que el elegido fuese el nuevo Renault Arkana. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, nadie se paró a medir este vehículo por dentro antes de hacer la solicitud para valorar si era el modelo idóneo para que lo utilizara la policía y, sobre todo, comprobar qué pasaría cuando se instalase la correspondiese mampara que separa las plazas delanteras de las traseras.
La polémica llega cuando los agentes reciben los coches y se dan cuenta de que muchos de los policías no entran bien en el habitáculo. Según sus palabras, “no podían dar crédito a la falta de espacio de la que disponían”.
¿El problema? La mampara
El problema de la falta de espacio en el habitáculo se debe al uso de la mampara; un elemento que se emplea para separar los asientos delanteros de las plazas traseras del coche. Al añadir este componente, las dimensiones del vehículo se ven tan reducidas que los policías no tienen espacio. El sindicato ha señalado que, al modificarlo para su uso policial, “parecen potros de tortura”.
Pero es que, además de la falta de espacio, la mampara también impide que el asiento del piloto y el copiloto se puedan mover hacia atrás lo suficiente como para tener espacio para las piernas, y es casi imposible regular la inclinación del respaldo, así que los policías tienen que ir totalmente verticales. Y, lógicamente, cuanto más corpulento es el policía, la situación se complica más.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado la situación y solicita el cambio inmediato de los vehículos policiales. Raquel González, portavoz de CSIF en el Ayuntamiento de Valladolid, alega que “son insoportables, y que impiden el normal desarrollo de la actividad laboral e incluso la conducción de los agentes, poniendo en peligro su salud y su seguridad”.
La falta de protección a la que se refiere González hace referencia a que los policías no pueden tener el espacio suficiente para las piernas, ni la distancia correcta con el volante. Al tener que ir tan cerca del volante, en caso de accidente, los airbags pueden provocar más daños de los que podrían evitar.
Así es el Renault Arkana
El Renault Arkana, pese a que por longitud podría parecer un vehículo de un segmento mayor (mide 4,57 metros de largo), utiliza la plataforma CMF-B, la misma que llevan el Renault Clio y el Renault Captur. Por lo tanto, es un modelo con una habitabilidad más que buena para un coche así, pero sus dimensiones interiores se quedan escasas para una modificación que requiere tanto espacio como es la instalación de una mampara. “Tiene las limitaciones propias inherentes a los vehículos pequeños”, afirman desde la Policía Local.
Se trata de un SUV con línea coupé que le da cierta apariencia deportiva. El maletero tiene una capacidad máxima de 513 litros; 480 litros en la versión híbrida E-Tech. Las dimensiones exteriores aparentemente no son pequeñas, puesto que mide 4,57 metros de largo, como ya hemos indicado antes.