El Renault Emblème ha sido presentado en el marco del Salón del Automóvil de París 2024, un evento que atrae a aficionados y profesionales del mundo del motor y del que hace unos días os contábamos sus principales novedades.
Este prototipo no sólo destaca por su estética y tecnología avanzada, sino que representa la visión de Renault hacia un futuro más sostenible y eficiente en términos de movilidad, tal y como asegura la propia marca.
El Renault Emblème, un concept car, se convierte en un escaparate de las intenciones de la marca francesa, que busca liderar la transición hacia vehículos de bajas emisiones, sin sacrificar el rendimiento ni el diseño.
Peso optimizado y propulsión bienergía para el Renault Emblème
El Renault Emblème es un vehículo con carrocería de tipo shooting brake, una combinación entre las líneas elegantes de un coupé y la funcionalidad de una berlina familiar.
Con una longitud de 4,80 metros, una altura de 1,52 metros y una distancia entre ejes de 2,90 metros, el Renault Emblème ofrece un espacio interior generoso sin dejar de lado la estética. Este diseño se asemeja a modelos como el Audi A5 Avant o el Mercedes-Benz Clase C Estate, pero con un enfoque más futurista.
Uno de los aspectos más llamativos es su color de carrocería, un verde dicroico que cambia de tonalidad dependiendo del ángulo desde el que se observe, aportando un toque distintivo. Además, los faros y pilotos del Emblème están diseñados en forma de rombo, un guiño al logotipo de Renault.
El Renault Emblème destaca por su innovador sistema de propulsión «bienergía», que combina dos fuentes de energía para maximizar su eficiencia. Utiliza una batería recargable convencional, ideal para desplazamientos diarios, y una pila de combustible de hidrógeno que aporta la autonomía necesaria para viajes más largos.
Esta configuración se adapta a una arquitectura sobre la plataforma AmpR Medium, diseñada para integrar los componentes del motor, batería, depósito de hidrógeno y pila de combustible, logrando un centro de gravedad bajo y un óptimo reparto de masas para mejorar la estabilidad y el rendimiento en carretera.
El motor eléctrico del Emblème, con 217 CV de potencia (160 kW), utiliza una batería NMC de 40 kWh, lo que la hace más ligera, económica y compacta en comparación con los vehículos eléctricos tradicionales de gran autonomía.
Gracias a este diseño, el Emblème es capaz de ofrecer una autonomía suficiente para cubrir la mayoría de los trayectos diarios, manteniendo un equilibrio entre rendimiento y eficiencia energética.
Por otro lado, la pila de combustible de hidrógeno, con una capacidad de 30 kW, aporta una ventaja adicional para aquellos que necesitan recorrer largas distancias. Esta pila, alimentada con hidrógeno bajo en carbono y almacenada en un depósito de 2,8 kilos, complementa la batería eléctrica para proporcionar energía durante trayectos prolongados.
Gracias a esta tecnología dual, el Renault Emblème puede alcanzar una autonomía de hasta 1.000 kilómetros, comparable a la de los coches con motores de combustión tradicionales. Para recargar el hidrógeno, sólo requiere dos paradas rápidas de menos de cinco minutos cada una, lo que garantiza una autonomía adicional de 350 kilómetros. En un trayecto típico entre París y Marsella, el 75% de la energía utilizada proviene de la pila de combustible, con el agua como única emisión.
Cero emisiones
La firma francesa ha trabajado intensamente en reducir las emisiones de carbono del Renault Emblème en todas las etapas de su ciclo de vida, desde la fabricación hasta su reciclaje. Según los cálculos de la marca, este vehículo emite un 90% menos de CO2 en comparación con modelos equivalentes actuales. Para lograr este hito, Renault ha colaborado con 20 socios expertos en diversas áreas, quienes han aportado conocimientos y tecnologías innovadoras.
El análisis del ciclo de vida, conocido como ACV, es una herramienta clave en la estrategia de Renault para alcanzar la neutralidad de carbono en Europa en 2040, y en todo el mundo para 2050. Este enfoque evalúa el impacto ambiental de un vehículo desde la extracción de materias primas hasta su desguace.
En el caso del Renault Emblème, se espera que sus emisiones totales de CO2 durante toda su vida útil sean de únicamente 5 toneladas, una cifra impresionante si la comparamos con las 24 toneladas del Renault Megane E-Tech 100% eléctrico o las 49 toneladas de un Captur con motor de gasolina.
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